Mi artículo de ayer en Amazings.
Tras un prolongado mínimo de actividad solar, con largos periodos de tiempo en los que el Sol no mostraba ninguna mancha, nuestra estrella vuelve a estar plena de actividad, presentando con cada vez mayor frecuencia grandes manchas como las que publicaba Paco Bellido en fechas recientes en este mismo blog.
El estudio sistemático de la actividad solar comenzó con la invención del telescopio y su aplicación a la astronomía. Hablamos de principios del siglo XVII. Eran los tiempos de Galileo. Con el paso de los años, y una vez superado el mínimo de Maunder que, casualmente, coincidió con esos primeros años de estudio del Sol, se descubrió que la aparición de manchas solares sigue un ciclo de unos 11 años. Lo vemos en un gráfico.
Pero el tema no es tan sencillo, claro. Hay curiosas variaciones dentro de un mismo ciclo, y de eso es, precisamente, de lo que queremos hablar. Antes de entrar en materia, fijémonos en algunas de las grandes manchas de estos últimos meses.
14 de septiembre de 2011
12 octubre
6 de noviembre
15 de noviembre
A la vista de las imágenes, dos cosas nos pueden llamar la atención. Por una parte, que las manchas tienden a estar en latitudes altas, alejadas del ecuador solar. Alrededor de los 40º. Esa es una de las características del inicio de los ciclos solares. Así es, en general, el comienzo del ciclo:
Otro de los detalles que llaman la atención es que las grandes manchas que hemos visto en este comienzo de ciclo solar están todas en el hemisferio norte. Esta asimetría es habitual, aunque no siempre sucede. Según avance el ciclo, la actividad tenderá a igualarse para, más adelante, predominar la actividad al hemisferio Sur.
A medida que avance el ciclo veremos, además, que las manchas se producirán cada vez más cerca del ecuador solar, para finalmente desaparecer. Es la llamada ley de Spörer. La señal de comienzo de nuevo ciclo llega cuando comienzan a aparecer manchas en latitudes altas, manchas que a veces se solapan con las del final del anterior. En el dibujo, la actividad típica de final de ciclo.
¿Y que hay de la mariposa que da titulo a la entrada? La mariposa aparece cuando situamos en un gráfico las manchas que presenta el Sol a lo largo del tiempo. Primero se acumulan en latitudes altas y luego van descendiendo, acercándose al ecuador solar. Lo vemos en la imagen.
Nuestra propuesta es ir siguiendo con cierta asiduidad las imágenes diarias del Sol, e ir fijándonos como las manchas tienden, en este momento, a aparecer en mayor número en latitudes altas. Según avance el ciclo, veremos que se irán desplazando hacia latitudes cercanas al ecuador.
Seguir la actividad solar era, hasta hace no tanto, algo reservado a unos pocos observadores tenaces. Gracias a internet, lo tenemos al alcance de la mano. SOHO y SDO actualizan de continuo las imágenes del Sol en diversas longitudes de onda. Merece la pena el seguimiento, y no solo en la imagen visual. Como decíamos al comienzo de la entrada, el Sol está cada vez más activo y nos deja espectaculares imágenes en cualquier longitud de onda. Como ejemplo, la espectacular protuberancia de mostró hace unos días, que podéis ver esta entrada de mi blog, El Navegante.