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Manu Arregi Biziola

El navegante

Qué observar con un telescopio modesto – I

Angel L. Huelmo es un aficionado a la astronomía zamorano con muchísimas horas de vuelo. Entre las diversas especies de aficionados a la astronomía, hay que clasificarlo, sin lugar a dudas, entre los aficionados visuales. Nunca le ha dado por la fotografía astronómica ni pensamos que le vaya a dar. A Angel le gusta poner el ojo en el ocular y escudriñar todo el campo visual hasta llegar a ver detalles que otros no pueden siquiera imaginar. En la astronomía visual es fundamental pegar el ojo al ocular y no conformarse con echar un vistazo rápido a la imagen. Hay que tomarse su tiempo y tener paciencia. Sólo así se alcanzan a observar los detalles más débiles dentro del campo visual.

Apasionado de la observación visual, puso en marcha hace ya unos años un grupo de yahoo, completamente abierto, dedicado específicamente a este apartado de la astronomía y llamado, como no podría ser de otra manera, AstronomiaVisual. En este grupo aficionados de uno y otro lado del Atlántico comparten crónicas de observación realizadas con los más diversos telescopios. Desde aquí os animo a los interesados a inscribiros en ese grupo.

Que no os asuste la foto de Angel al lado de su “pequeño” telescopio. No nos hablará esta vez da que se ve subido a una escalera -no es broma- y poniendo el ojo en semejante artefacto, sobre todo en una noche propicia. Tiene la bonita costumbre de poner nombre a sus telescopios. Aquí le vemos junto a Arp, un reflector newtoniano con un espejo de 61 cm. El nombre es un homenaje a Halton Arp, insigne astrónomo, popular sobre todo por su catálogo de galaxias peculiares. Destacar que el telescopio es completamente artesano.

Dentro del foro del que hablamos recientemente ha escrito una extensa crónica que puede servir de ejemplo de cosas que se pueden hacer con un telescopio modesto observando desde una ciudad. El telescopio concreto en el Bresser Skylux 70/700, que hace algunos años salía por Navidad en el Lidl por 70 euros. Podéis ver el telescopio en la imagen adjunta.

Antes de dejaros con Angel, señalar que, además de tener un telescopio -sea del tipo que sea-, es importante conocer el cielo para saber a donde apuntar con él. Sino, es como tener un arco sin flechas. Prácticamente solo vale para tenerlo expuesto en alguna parte de la casa o acumular polvo en un rincón. No es tan difícil y próximamente queremos comenzar una serie de entradas para tratar de arrojar algo de luz al respecto. Mientras tanto, recomendar un libro Astronomía, guía para el aficionado Rukl, Antonin – Editorial Tikal – Susaeta. Económico pues su precio ronda los 12 euros. Y por lo que sabemos, una reedición del libro con el que aprendimos nosotros el cielo. Trataremos de hacernos con el y escribir algo al respecto.

Os dejo con la primera parte de unos extractos de la extensa crónica de Angel L. Huelmo. La observación en si en la entrada de mañana. De momento el inicio, para ponerse en situación. Aclarar que el telescopio se lo ha cedido un amigo y compañero del foro.

El tubo óptico es el de un Bresser Skylux 70/700, más conocido últimamente como “Lidlscopio”, tras aparecer por 70 euros en la conocida cadena de supermercados.

Cualitativamente, es una de las peores ópticas que ha pasado jamás ante mis ojos. Me recuerda a mi antiguo Newton Optics 20.6 cms, es peor que el actual Skywatcher 150/f:5 (éste ha sido mala suerte, no suelen ser tan malos), ó al Petzval 150/F:5 de Bresser del que paradójicamente, tan buen recuerdo guardo (magníficas vistas de campo máximo). Sólo el otro lidlscopio, el ETX 70 f:5 es netamente peor que éste.

No he recibido oculares con él. Y mejor así. Recuerdo los originales de la unidad de ¿2003?, la primera vez que salió el instrumento a la venta en Valladolid, y os aseguro que están mejor en la basura que colgando del portaocular.

¿Qué oculares usar con él, entonces?

Hombre… lo suyo sería ponerle mis Panoptic 24 y Nagler T6. Es sorprendente cómo cambia la sensación de uso de un telescopio de tercera, con un ocular de primera. Pero entonces perdería “credibilidad”, y no faltaría quien dijera erróneamente “¡vaya chasco, yo no tengo oculares así y nunca podré ver esas cosas”! Así que busqué el par de Plossls de 25 mm que me venían de tapa cuando compré el visor binocular, y destiné uno al Lidlscopio. Estos oculares se pueden conseguir de segunda mano por unos 20 euros, así que no es que encarezca demasiado nuestro Lidslcopio de 70 napos.

Aproveché también para volver a usar mi adorado Meade S3000 9.5 mm de 1994. Este ocular fue uno de los tres primeros oculares decentes que tuve, y tiene un valor sentimental enorme para mí. Tengo de camino un 5 mm adquirido en USA por 25 euros.

En definitiva, estoy usando el instrumento con dos miserables plossls, que juntos sumarán 40 euros de inversión.

Víctor no me envió la montura con el instrumento, pero esto no es problema. De nuevo, ocasión para recuperar mi antigua Sky-View Deluxe, que tanto me hizo disfrutar con mi ex-ED80 y estaba cogiendo polvo -una pena-. Es una montura claramente superior a la original, pero nada del otro mundo. Espero que a nadie crea que con la montura original no se puede observar. La probé en 2003, y me pareció razonable para el telescopio que carga (no tanto el trípode, pero se puede hacer uno de madera por dos duros). La SV Deluxe es similar, un tanto inferior, a la antigua Synta EQ 3-2. En su momento la tuve en venta con motor de AR por 100 euros, y nadie la quiso. Así que supongo que hoy día su valor está entre los 50 y los 100. De todos modos, yo no he usado el motor, por aquello de no desanimar a nadie con costosa y elitista alta tecnología, e insisto en que la montura de origen, da el pego con este telescopio.

Y por último ¿dónde usar el instrumento? .

Si salgo a Los Ibores, en Cáceres, en plenos Montes de Toledo, y posteo una observación con el lechuguímetro marcando 21.7, habrá quien no vea representativas las observaciones por hacerse en condiciones a las que no todo el mundo tiene acceso con facilidad.

Así que observaré en mi terraza. Vivo en un pueblo de 18000 habitantes, y creo que podemos denominar al cielo de aquí como “sub-urbano” . Anoche, la magnitud límite rondaba la 5, con las estrellas menores del carro Osa Menor difíciles de detectar a simple vista. Así pues, truñoscopio de 7 cms con oculares de 20 euros, montura manual modesta, y bajo cielo sub-urbano.

Mi idea es ir usando este instrumento para dibujar todo el messier desde casa (lo veo difícil, habrá objetos que necesitarán mejores cielos), y luego salir al campo para ver cuántos Herschel-400 puede ver. Quiero exprimir al máximo el instrumento, y obtener de paso una cota de lo que puede hacerse en Astronomía con los medios más modestos disponibles hoy en día. Estoy seguro de que este instrumento tiene un par de centenares de objetos de cielo profundo a su alcance. Habrá que verlo.”

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