Temo decepcionarles, pero la precaria credibilidad del comité de sabios, con el que les dejé la semana pasada, duró dos telediarios. Al día siguiente de estrenarse en el papelón todo se iluminó con un destello de sinceridad de uno de los sabios. Para eso son sabios, dirán ustedes, pero no: fue engañado por la llamada de un imitador de un programa satírico de radio, que se hizo pasar por una conocida. Sabias palabras de Valerio Onida, expresidente del Supremo. Escuchemos la voz de los supertacañón:
“Los sabios son probablemente inútiles, solo sirven para cubrir este perido de bloqueo, porque en el Parlamento no hay solución y el nuevo presidente podrá hacer un nuevo intento o disolver las cámaras. Habrá elecciones pronto o prontísimo. El Parlamento está bloqueado. Grillo no quiere saber nada, el PDL solo quiere asegurarse de seguir en escena, Berlusconi naturalmente siempre espera sacar alguna ventaja o protección, el PD ha hecho este intento de lanzarse en los brazos de Grillo pero no lo ha conseguido. Berlusconi solo quiere protección, es anciano y esperemos que decida disfrutar de su vejez dejando en paz a los italianos”.
Un análisis lúcido que en cualquier bar ya había hecho todo el mundo. El caso es que los sabios cumplieron su cometido de hacer el paripe para ganar tiempo y el otro día presentaron su informe mágico sobre cómo salir de este embrollo. Como el resto de Italia ya ni me acuerdo de lo que decían porque es que daba igual, servían para rellenar.
Así hemos llegado a la elección del presidente de la República, que es de lo que se trataba, que empieza el jueves. Así el nuevo puede mandar a todos a la porra y convocar otra vez elecciones, pues recordarán que el saliente, Giorgio Napolitano, no puede hacerlo en sus últimos seis meses de mandato, el llamado semestre ‘bianco’.
La elección del jefe de Estado en un Parlamento a rebosar con más de mil tíos es un circo misterioso, en el sentido de que nadie tiene la menor idea de quién va a salir. Nunca como ahora la cosa ha estado tan incierta. Pero es que todo está muy mal. Imaginen que los sondeos para unas nuevas elecciones dan ahora como ganador a Berlusconi. Es un sistema que se derrumba, pero él sobrevive como un campeón.
Veamos. En el PD están tirándose los trastos a la cabeza y se halla al borde de la escisión, como lo oyen. De verse en el Gobierno a terminar en trocitos de siglas. Es que no somos nada.
Un ejemplo divertidísimo. Hubo primarias para elegir el candidato a alcalde de Roma y miren el formidable lío en el que se metieron, difícil de mejorar en una comedia ácida: se acusaron entre los aspirantes de comprar votos porque había gitanos en las colas de los colegios electorales, y claro, por lo visto nadie en ningún partido de izquierda se cree que un gitano vaya a votar en las primarias de su partido. Maravilloso.
Matteo Renzi, el alcalde de Florencia, se ha ido creciendo y pide paso. Dijo algo razonable sobre el empantanamiento actual: “La Iglesia lo ha hecho en menos tiempo”. Ya está a torta limpia con el aparato del partido y ayer se vio un rato con Berlusconi. Él no ve problemas en compadrear con él. No se da cuenta que es como bajar a dar de comer a los cocodrilos en el zoo.
Grillo sigue a lo suyo y encima advirtió: “Se equivocó quien nos votó para pactar con el PD”. Yo creo que a lo mejor se equivoca él, porque le votaron muchos del PD para que le diera un poco de caña a su partido, pero para cambiar algo, no para que ganara otra vez Berlusconi.
Creo que Grillo también se equivoca en pensar que el tiempo corre a su favor si sigue haciéndose el duro y el primero de la clase, en calcular que los italianos premiarán su marmórea pureza. Pero me parece que los italianos tampoco soportan nada bien la prepotencia ni a quien se cree que lo sabe todo y es más listo que los demás. Además no da la impresión de que su movimiento esté ganando más seguidores con lo que hace, si acaso los pierde con sus momentos infantiloides, como sus transmisiones en directo por Internet de las negociaciones con otros partidos o sus votaciones a través de la Red, que luego tienen que repetir porque se cae el sistema. Son cosas más tontas que un anuncio de coches. Se está desgastando y los demás partidos se empiezan a dar cuenta. Cuanto más tiempo pase, peor para él. Porque al portavoz del Senado, el pobre Vito Crimi, le han vuelto a pillar sobado, pero esta vez en primera clase del tren de alta velocidad, y eso que dijeron que siempre viajarían en segunda:
Ha explicado que ese día había huelga, para variar, y era el único sitio disponible. Mírenlo, qué inocencia. Desde luego el lío que hay montado a estos no les quita el sueño.
Mejor pasamos a la Liga Norte, que uno siempre se ríe mucho. Yo no me lo pasaba tan bien desde que en diciembre el inefable eurodiputado Mario Borghezio advirtió preocupadísimo: “Los extraterrestres nos vigilan”. Yo, desde luego, si fuera un marciano tendría apuntado el telescopio todo el día a Italia y el domingo no me hubiera perdido la fiesta anual de la Liga en el descampado de Pontida, máximo momento de exaltación majara. También andan a tortas entre ellos. Entre los chicos de Roberto Maroni, el nuevo líder, y los fieles del abuelo cebolleta Bossi y su familia de mangantes, relegado tras el escándalo de corrupción del año pasado. Maroni salió al palco y todo digno meneó una bolsita extraña con unas cosas dentro: eran 13 diamantes. Son parte del botín del tesorero chorizo que tenían, Francesco Belsito. Maroni, para hacer ver que aquello estaba arreglado y el dinero recuperado, proclamó que valían 10.000 euros cada uno y regalaría uno a las sucursales del partido “más meritorias”. No quiero ni pensar cómo se evaluará eso. A propósito, faltaba un diamante que se ha perdido por ahí. Y un pequeño detalle: aunque ahora se los anden regalando esos diamantes están comprados con dinero público.
Apartado alta política conservadora: chicas de Berlusconi.
Ha presentado un recurso ante la pensión alucinante que tiene que pasar a su ex-esposa, 100.000 euros al día, para que la mujer sobreviva, pero el caso es que también ella ha recurrido.
Si lo recuerdan, todo empezó con los primeros líos de faldas de nuestro héroe que se hicieron públicos en 2009. Concretamente con la napolitana Noemi Letizia. Pues bien, ahora de repente aparece el agente de la chavala, que mereció la presencia del primer ministro en su fiesta para celebrar los 18 años, y dice que el mganate y ella se acostaron juntos cuando ella era menor, cosa que no es delito, pero bueno, él siempre lo ha negado. Es decir, Berlusconi habría mentido… paren las máquinas, Berlusconi ha mentido ¿no es increíble? En fin, que no lo cuento por esto, sino por la conmoción nacional que ha supuesto descubrir cómo ha acabado la pobre chica. Esta era ella en 2009, cuando estaba encantada de chupar cámara cuando salió a la luz su amistad especial con Berlusconi:
Y esta es ella ahora, con 21 años:
Les juro que los medios aseguran que es la misma persona, aunque yo sigo esperando un desmentido que diga que es uno de esos montajes de Internet. Aún creo en el género humano, aunque todo apunta que el contacto con la alta política puede producir este efecto, llegando incluso a mutaciones descontroladas. Lo de Berlusconi parecen amores imposibles, porque él las busca jovencitas pero ellas se afanan por transformarse luego en momias para parecerse a las tipas de calendario. Lo mismo le ha pasado a Francesca Pascale, su actual novieta, que tiene 27 años pero a fuerza de potes y oros ya parece su tía la del pueblo. Encima su madre ya le está mareando a Berlusconi, o eso cuenta él a los periodistas para hacer risas, amargado porque tiene a la suegra en casa. La pobre Pascale no gana para disgustos porque el otro día celebró el gol del Milan contra el Nápoles, siendo ella napolitana, y en su ciudad no se lo perdonan. Oficialmente es una traidora.
Pascale divulgó un comunicado -sí, un comunicado- farragoso pero memorable para explicarse. Ponemos un parrafito, porque en el fondo también esto son lecciones de política, que ella conoce a fondo:
“La alegría que te asalta en el momento de un gol es incontenible. A mí me ha ocurrido que la he sentido en dos ocasiones, extraño pero verdadero, distintas pero igualmente intensas. Me he alegrado del gol del Milan por la felicidad del Presidente (sic, mayúsculas suyas), y en el del Nápoles por la bandera que amo y siempre amaré profundamente desde siempre. (…) Comprendedme, sentir la alegría de la persona que se ama, un entusiasmo que se contagia, es una fuerza igualmente intensa”.
Lo siento Francesca Pascale, pero Esto (ahora las mayúsculas son mías) en Italia no se lo cree nadie. El equipo es el equipo, qué demonios, pero es que este hombre no sé que les da que hasta se cambian de camiseta, no solo de labios.
Hablando de Nápoles, el otro día vivió una auténtica rebelión popular contra la zona azul en el centro, con incidentes y comerciantes rezando en la catedral, como con la sangre de San Genaro, para que Dios ilumine al alcalde y retire la ordenanza.
La presión fiscal ha subido ya hasta el 52%, récord mundial.
Apartado misterios italianos, 1. Treinta años después, resulta que aparece la presunta flauta de Emanuela Orlandi, la chica secuestrada en 1983 cuando iba a clase de música en un turbio caso aún sin resolver. La han hecho llegar a un programa de televisión con una carta anónima que indicaba un escondrijo. Pero un antiguo compañero de clase asegura que Orlandi no tenía una flauta de la marca Rampone&Cazzani, sino Yamaha.
Apartado misterios italianos, 2. Arrestan ahora, 21 años después, a ocho mafiosos acusados de participar el el atentado al juez Falcone, en 1992.
Han pasado 50 días de las elecciones, seguimos con todo patas arriba y, misteriosamente, los mercados esta vez no se enteran de nada de todo esto: la temible prima de riesgo está muy tranquilita. Como cuando estaba disparada, tampoco nadie sabe muy bien por qué.