El alcalde vago
Giuseppe Garzillo, alcalde de Banzi, pequeño pueblo de Basilicata, ha batido todos los récords de vagancia y absentismo de Italia -y por tanto de Europa y quizá, del mundo-. La Guardia di Finanza ha comprobado que se inventó 166 plenos imaginarios en año y medio, en un municipio de 1.500 habitantes. Hacía el acta en su casa, decía que asistía sólo él y declaraba desierta la junta a las cuatro horas. Por falta de quorum, claro. No obstante, al mismo tiempo era capaz de colar facturas de reembolso por gastos de viajes a supuestos convenios o misiones municipales. En muchas ocasiones realizados de forma simultánea a las teóricas asambleas.
(‘La Stampa’ de hoy)