Teníamos un poco olvidada a la Liga Norte, pero ellos no descansan. Ahí siguen, imparables. Hace poco hicieron su fiesta del partido en Venecia, un éxito. Uno de los más aplaudidos, como siempre, fue el entrañable Giancarlo Gentilini, ex-alcalde de Treviso durante nueve años y ahora vice-alcalde (ver anteriores episodios). En estas citas se viene arriba. Para variar, la Fiscalía de Venecia ha abierto una investigación por un presunto delito de instigación al odio racial. También ‘Avvenire’, el diario de la Conferencia Episcopal -lo más parecido a una oposición seria en este momento en Italia- le ha lanzado duras críticas.
He leído cuidadosamente su discurso, transcrito por ‘La Tribuna de Treviso’ y sin duda se trata de una exageración, no siendo la Liga Norte un partido fascistoide, como ya hemos aclarado en capítulos anteriores, sino algo así como un colectivo contra la vivisección que defiende la Tobin Tax y la unión de los pueblos transhumantes. Veamos un resumen de sus palabras (leáse pensando que grita, como en los vídeos precedentes):
«Este es el evangelio según Gentiliniiiii. Quiero la revolución contra los campos de gitanoooos. Yo ya he destruido dos en Treviso, y ahora no hay ni unoooo. Quiero eliminar los niños que roban a los ancianooooos. Quiero la revolución contra las televisiones y los diarios que ensucian a la Ligaaa. A esos periodistas les meteré tapones en la boca y en el culooooo. No los quiero volver a ver.
Quiero la revolución contra las prostitutaaaas. También ellas tienen que pagar los impuestoooos. Quiero la revolución contra los que quieren abrir mezquitas y centros islámicos. Que vayan a rezar al desiertoooo. Le abro una fábrica de alfombraaas, pero que se vayan al desiertoooo. Bastaaaa. Quiero la revolución contra magistratura, los que apliquen la ley aquí tienen que ser jueces vénetoooos.
Quiero la revolución contra quien quiere dar la pensión a los ancianos familiares de las asistentas extracomunitarias. Es dinero nuestrooooo, y yo me lo quedoooo. Este es el evangelio de Gentilini: todo para nostros, y si sobra algo, para los demás, pero no sobrará nadaaaa.
Quiero la revolución contra los locutorios donde se ponen a comer por la noche y luego mean en las paredes. Quiero la revolución contra los velos y los burkas. Yo quiero ver a las mujeres en la cara, porque podría ser una terrorista con una metralleta entre las piernaaaaas. Si acaso, que enseñen el ombligooooo».
¿No está mal, no? Un sistema de ideas sólido y serio. Sobre todo, no se desprecie la frase final sobre el ombligo, que tiene su miga.
Pero el problema de estos personajes de la Liga es que luego se quedan en nada. Por ejemplo, con las chicas de Miss Padania, como Gentilini en la foto, se ponen tontitos. Vean este extracto de un programa televisivo donde mandan a una tía buena a hablar con Gentilini, una vez que dijo que, si con las mujeres de Treviso se aplicara la ley islámica con las adúlteras, habría que lapidarlas a todas, y no bastarían las piedras de los Dolomitas. Es que Gentilini tiene una fijación con las señoritas y, curiosamente, con los ombligos, como se ha visto y se verá…
Sinopsis: La tipa es Melita, alias ‘Diavolita’, una del Grande Fratello 7, sex-symbol de medio pelo pero vecina de Treviso. Da una sorpresa en la alcaldía. «No me maravillo, sabe, porque suelo causar estas manifestaciones de afecto», dice Gentilini. «¿Me quiere aunque me desnude?», pregunta ella. «Sí, yo les digo a mis mujeres que quiero verles los ojos, el rostro y el ombligo, y cuando lo hacen, saco mi rotulador y….»
Tras el número del ombligo y la firma dice que «es un honor recibir a una ciudadana que ha hecho explotar los televisores»
-Y no sólo eso, replica ella.
Luego Melita le reprocha la frase sobre la lapidación, tan polémica -esa sí- en la ciudad. Pero él asegura que ha sido «una invención de una periodista, porque cualquier cosa que diga Gentilini sale de inmediato en todos los periódicos del mundo» (otra vez el ombligo). Entonces, en un hábil chascarrillo, tras recordarle lo de las piedras de los Dolomitas, Diavolita dice mostrando sus pechos: «Pues mire aquí que Dolomitas». «A mí el alféizar (eufemismo de senos) siempre me ha gustado, es una de las cosas más bellas que tiene una mujer. Piensa que cuando Eva ha pecado, representaba el 50% de la población mundial…
Después Melita le enseña su calendario (todo en verde, el color de la Liga y por tanto también el color de las corbatas de sus afiliados). Luego, emotiva despedida, con adiós de Gentilni desde el balcón del ayuntamiento.
FIN
Aunque cueste ver el vídeo entero, tras estudiar el caso Gentilini, y siguiendo nuestro debate ideológico sobre la Liga, la conclusión es que su teoría política puede denominarse tranquilamente ombliguismo.