Superstición fatal
Pasa un coche fúnebre, se toca los testículos y tiene un accidente con la moto
Marco C. recibió ayer una multa de 150 euros tras un accidente en el que encima se rompió dos costillas. Pasaba por el cementerio del Verano, en Roma, con su ciclomotor y se le cruzó un coche fúnebre. En un gesto tradicional de superstición en Italia se tocó los testículos, pero en ese momento frenó el coche de delante. Una patrulla había observado la escena y le multó por “conducción peligrosa”, por haber retirado una mano del manillar.
(Leggo, 3 de septiembre 2008)