Acabo de volver de Serbia, donde siempre es muy aleccionador codearse un rato con auténticos nazis. Así cuando uno vuelve a casa distingue mejor a los de pacotilla.

Esta semana se hablado mucho en Italia de la última tontería de Umberto Bossi, la de sacar un dedo al himno nacional. Pero como hoy predomina la imagen, el gesto se ha llevado las fotos y apenas se ha insistido en lo que dijo. Fue esto: «No podemos dejar martirizar a nuestros hijos por profesores que no vienen del Norte. ¡Uno de nuestros chicos ha sido suspendido porque había presentado una tesina sobre Carlo Cattaneo!».

Ahondó en el tema la parlamentaria de su partido Paola Goisis: «Nuestros estudiantes están desorientados. Profesores de todos los sitios que vienen a quitar el trabajo a los del Norte y quieren sólo oír hablar de Pirandello y Sciascia, y no del nuestro federalista Cattaneo».

Qué tragedia, que a uno le hagan leer a un premio Nobel. Esto no es nuevo. Hace diez años la Liga Norte ya propuso una «escuela padana» con el objetivo de «crear una sociedad padana».

Se entiende todo mejor con un dato que falta, sobre ese «uno de nuestros chicos» que ha sido cateado. Es que resulta que el hijo de Bossi, Renzo, ha vuelto a suspender con una tesina sobre Carlo Cattaneo. El rector del instituto ha asegurado que no hay nada político en ello. Ya. Seguro que es un represor de Bari.

Para ser adalid del interés general de una patria perdida, Bossi tiene bastante presentes los intereses de su familia privada. De hecho enchufó a su hermano y su hijo en el Europarlamento como ayudantes con un sueldo de 12.000 euros.

Hay otra cosa graciosa. La mujer de Bossi y madre de Renzo, Manuela Marrone, es maestra. Y es de origen siciliano.

Para ilustrar estos desvaríos se puede ver ‘Rocco y sus hermanos’, de Visconti, cuando los italianos eran inmigrantes para otros italianos Pero también se puede ir más a lo bestia, y más abajo. Aprovechando lo de los gitanos de los últimos meses, es bueno recordar la increíble y formidable ‘Brutti, sporchi e cattivi’ (‘Feos, sucios y malos’ 1976, Ettore Scola), cuando los algunos de los propios italianos eran gitanos para los demás…

Sinopsis: Antes de bajar a Roma a trabajar, los jóvenes del barrio que se dedican al tirón, toman el pelo a una vecina, muy orgullosa de que su hija, aunque sea puta, salga en una revista como fotomodelo. Luego, tras entrenarse un poco, bajan a ganarase la vida.

Rodada en escenarios reales de Roma, como Monte Ciocci, delante de San Pedro. Este tipo de ‘borgata’ de chabolas se ha visto por la ciudad hasta hace nada. Las de ahora, iguales o más bien peores, son de gitanos. La mayoría bosnios. Huyeron de su país en la guerra de 1992 a 1996. Seguro que ellos también han celebrado la detención de Karadzic y los otros nazis.