Se niegan a enterrar a su madre después de siete días porque sospechan que no está muerta
Una familia de Villagrazia di Carini, cerca de Palermo (sur), vela desde hace siete días en su casa el cadáver de Grazia Bruno, de 68 años, fallecida por un tumor, porque sostienen que quizá se trata de un caso de “muerte aparente”. “Mi madre está viva, sólo estamos esperando que se despierte”, ha declarado uno de sus dos hijos. Se basan en que no presenta síntomas de descomposición, no sufre el rigor mortis y su temperatura es constante. Han aplazado el funeral al menos tres veces porque llamaban a don Antonio, el párroco, y decían que no estaban seguros y preferían esperar. Varios médicos han certificado su muerte y el juez está a punto de mandar a los Carabinieri para proceder a una sepultura forzosa.
(La Repubblica de hoy)