La manifestación de los estudiantes de ayer en Roma degeneró en una pelea multitudinaria, tipo Astérix en la pescadería de Ordenalfabetix, nada menos que en Piazza Navona. Los estudiantes, que hasta ahora eran un fuerza pacífica que protesta contra una reforma educativa, se volvieron locos, no se sabe por qué, y se convirtieron en unos macarras de cuidado.
Quien más quien menos conoce esta maravillosa plaza, siempre atestada de turistas, porque es de visita obligada. Imaginen lo que pensaron ayer los turistas y qué imagen se llevaron de Italia.
Lo curioso es cómo sucedió todo, según se resume en la secuencia de imágenes. Había miles de chavales manifestándose, porque al lado está el Senado, donde se aprobaba la ley de educación. También había miles de policías. Pero, mira qué curioso, un camión blanco entra en la plaza -donde está prohibido el tráfico- y aparca tranquilamente en una esquina. Es ese camioncito de la imagen.
A continuación aparecen medio centenar de chicarrones con la cabeza rapada y vestidos de negro, abren la puerta trasera del camión y descargan un cargamento de mazas y otros artilugios para abrir cocorotas. Pero sin prisa, como quien va de merienda al campo. Parece ser que eran de extrema derecha. Luego se ponen en formación, como se ve en la foto de arriba, y empiezan a repartir tortas entre los manifestantes. Se armó la bronca y volaron sillas de las terrazas. Curiosísimo. La Policía no hizo nada para evitarlo. Luego, al terminar el recreo, arrestaron a alguno. Todo sucedió con una envidiable puesta en escena ante las cámaras.
Había que ver ayer los informativos de la tele, pura ciencia ficción. Narraban violentos enfrentamientos entre estudiantes en pleno centro y ante los turistas. Qué salvajes. Debe aclararse que en muchos casos se olvidó contar el detallito del camioncito y los chicarrones.
Hay cosas que no cambian. Esto era normal en los setenta. Decíamos el otro día que los estudiantes siguen anclados en los viejos esquemas, pero entre quien manda no les andan lejos. Aunque al menos ayer no había pistolas, como en los viejos tiempos.