Como buen vago, soy lector apasionado de breves y pies de foto. Algunos pueden ser obras de arte, aunque en general se descuidan como flecos intrascendentes. Supongo que lo son.
Por otro lado, no sé cómo dar salida a la cantidad ingente de hechos increíbles que suceden en Italia pero que no alcanzan la categoría de noticia relevante. Solía recopilarlos, para sacarlos en tandas, pero la tarea me desborda. Son, como decía Ennio Flaiano, sucesos «inverosímiles pero plausibles», cotidianos en este bendito país.
Por eso había pensado soltarlos en forma de goteo, como aparecen en la realidad. Una letanía constante, delicuescente y subterránea bajo los grandes titulares. A veces basta el enunciado, o tres frases, para dar idea de la complejidad y el misterio que se oculta tras la realidad aparentemente comprensible.
De ese modo tampoco castigaría a los posibles lectores con parrafadas. Una cosita breve es cómoda de leer, sin riesgo de que pase el jefe y vea que se está perdiendo el tiempo en este blog, que es para eso precisamente.
Como buen vago, lo he ido dejando. Pero me ha dado el empujón definitivo este extraordinario titular de ‘La Repubblica’ de ayer. Con él, comenzamos este diario mínimo. Va dedicado a un vago maravilloso, Marcello Mastroianni, que aquí arriba vemos en la grandiosa ‘8 1/2’ (1963, Federico Fellini), escrita por Fellini con Flaiano y otros vagos. A todos les gustaba fijarse en tonterías.
Pues ahí va eso:
Impuesto sobre la lluvia
Ravenna y provincia han inventado un impuesto sobre el coste de la gestión de las alcantarillas por las aguas blancas o meteóricas. Es decir, una tasa sobre la lluvia. El tres por ciento de la tarifa del agua potable. La nueva norma tiene efecto retroactivo en los años 2005, 2006 y 2007.