Durante años, el terrorismo vasco tuvo en su punto de mira a policías y militares. Los políticos –como otros colectivos que pronto dejarían de estarlo– parecían a salvo. Por eso, el asesinato del senador Enrique Casas en 1984 causó una conmoción enorme. Las razones eran varias: los integrantes de un grupo de los Comandos Autónomos […]