Cantar ópera es una actividad de riesgo, y no sólo porque las cuerdas vocales sufran lo suyo. La soprano portorriqueña Ana María Martínez se cayó ayer al foso de la orquesta mientras cantaba la ópera Rusalka de Dvorak, en el festival de Glyndebourne, cerca de Londres. Al parecer, casi al final del primer acto, la […]