A mí me aburrió la película ‘Todos estamos invitados’. No me gustó la historia que contaba porque era inverosímil y su acercamiento a la realidad vasca se quedaba a la altura de un comentario de tertuliano. Pudiendo haber escarbado en las tripas del monstruo, se quedó en la piel, arañándola con un mondadientes. Para demostrarlo […]