Mariano Rajoy llega cansado, pero contento. Lleva su propio portatrajes al hombro. Aún falta media hora para la entrevista que le va a realizar Melchor Miralles en Abc.Radio. Nos saluda cordialmente a Nuria Vega, compañera de Abc.Punto Radio que sigue la campaña del PP y a mí. “Voy a desayunar”, comenta. Una empleada del hotel le pregunta dónde quiere hacerlo. “Donde lo haga todo el mundo”, responde socarrón.

Rajoy regresa unos minutos antes de que le den paso, tiempo suficiente para comentar en tono distentido el éxito de convocatoria del arranque de campaña la noche anterior en Castelldefels y algunos problemillas menores con los colores, en especial con el verde y el rojo que usan las televisiones para anunciar si están en directo.

El líder del PP responde con agilidad a todas las cuestiones que le plantea el entrevistador. A todas, menos a una. Cuando Miralles le pregunta si va a vivir en la Moncloa o no, Rajoy se queda callado unos tres segundos, todo un mundo en una entrevista radiofónica. Cambia el gesto y lo endurece. Definitivamente, no le gusta mexclar los temas personales con los políticos.

Rajoy, si de verdad barrunta quedarse en su actual domicilio con su familia aunque salga elegido presidente el 20N, algo que todos sus colaboradores daban por hecho dos horas antes de concoerse la encuesta del CIS. No es una polémica nueva. José María Aznar llegó a afirmar en la campaña de 1996 que no viviría en la Moncloa. Pero luego, la realidad le hizo cambiar de opinión. Los gastos y las complicaciones que supondría trasladar los escoltas y asegurar el perímetro de una urbanización privada, la UVI móvil, el gabinete telegráfico y otro personal adscrito a Presidencia, hicieron inviable este anhelo de Aznar.

Más allá de estas cuestiones, está claro que sólo su familia y el más íntimo círculo de colaboradores podrían conocer los planes de Rajoy. Y esta supuesta traición a su confianza fue, sin duda, fue lo que descolocó más al líder de los populares.

Estadística

La caravana de #camPPaña hará este viernes el siguiente recorrido: Barcelona-Madrid (624,8 kilómetros en avión); Madrid-Toledo-Madrid (180 kilómetros, en autobús).

Canción dedicada de hoy, http://www.youtube.com/watch?v=XKV0ZeUPd2g (sobre todo, porque la lluvia nos recibió en Córdoba y nos ha acompañado a Barcelona, Madrid y Toledo)