Durante doce años mi medio de vida fue la bicicleta. A ellos hay que sumar los de cadete-juvenil-aamateur y ahora ciclo-turista. La suma de todos estos años en carretera dará una cifra altísima, miles y miles de horas. En cada uno de todos estos miles de días, no recuerdo uno solo en los que no tuviera algún problema con conductores, ya fueran automovilistas normales o camioneros. Días en los que un conductor te pita, señalando con un dedo que debes de ir en fila de uno, ejemplo claro de conductores que no se saben las normas de circulación vial. Camiones que pasan con la cabina a 1,5 metros reglamentados y se olvidan por decirlo de un modo “amable”, que llevan remolque; conductores que te pasan a la distancia correcta y a los diez metros giran en el siguiente cruce sin pensar en que acaban de pasar un grupo de ciclistas que van a 35-40 kilómetros por hora. Estos son unos de los miles de ejemplos que un ciclista puede encontrarse en la carretera. Pues bien, nunca en mis 25 años en la carretera he visto a la Ertzaintza (Policía autonómica en Euskadi) o a la Guardia Civil en otras regiones parar a un vehículo por alguna de estas infracciones. Algo se esta haciendo mal, eso creo que todos lo tenemos claro.

La solución no es ni fácil ni barata. Impartir educación Social y Vial para que la gente sepa las normas de circulación (algo nada sencillo a corto plazo); que se respete esa distancia de seguridad 1,5 metros; y que los agentes tomen conciencia de ello y sancionen a los que no cumplen. Además, son necesarios carriles-bici aptos para todos. No hablo de esos carriles bicis que hay ahora en miles de ciudades, esos que no llevan a ninguna parte, que acaban en una acera o que tras 3 o 4 km se acaban sin aviso previo. A los políticos les vale un carril bici nuevo para inaugurar y también para ponerse medallas por cada X kilómetros de carril bici nuevos ,pero para los ciclistas que pasan horas en bicicleta no es una solución: no aporta NADA.

Hoy ha sido VICTOR CABEDO (Descanse en paz) pero antes fueron A.MARTIN, R.OTXOA y otros cientos de ciclistas profesionales, juveniles, cadetes y ciclo-turistas. Todos ellos, lo único que hacían era practicar un deporte tan bello, como actualmente peligroso. Por favor, hagamos todos fuerza para que VICTOR sea el último de todos y luchemos por nuestra seguridad.