Es de perogrullo decir que la crisis afecta a todos. Hasta a aquellos que disputan altas competiciones llenas de glamour y dinero. Pero, más allá de esto, lo que mucha gente no parece entender es que no se puede aspirar a manejar el mismo presupuesto que en 2007 haciendo las cosas como entonces. Y por ahí están cayendo uno tras otro pilotos y escuderías anclados en el antiguo régimen.
Me explico. Yo he llegado a ver parches de publicidad en el mono, la moto o el coche de un piloto que se veían, como máximo, una vez por temporada en fotos o imágenes. Que no llamaban la atención porque estaban rodeados de decenas como ellos. Y que podían llegar a costar 100.000 euros. El método era fácil: dame la pasta que tendrás presencia mundial para tu marca. Y tú crees que la tienes porque te fijas a ver dónde está. Pero el que no eres tú ni conoce tu producto posiblemente ni procese la imagen por su cerebro.
Esto, aunque pueda parecer mentira, suponía el sustento del 90% de los corredores del Mundial de Motociclismo y del 60 de la Fórmula 1. Por no hablar de otras categorías. Como ya hemos explicado alguna vez, allí la gente paga por correr. Que se lo digan a Sergio Pérez o a Pastor Maldonado, que ponen (ellos no, pero sí sus países o mecenas) más de 10 millones de euros por barba para estar sentados en un monoplaza. Y de ahí, quizá, salga su sueldo. Aunque en ocasiones ni siquiera ocurre así.
Mucha gente se preguntará el por qué del cambio en el Mundial de motos a Moto3, Moto2 y las CRT con centralita única en 2014 en MotoGP. Pues viene únicamente propiciado por una necesaria e imperativa bajada de costes. Si las motos no fueran más baratas, casi la mitad de las escuderías no hubieran podido tomar la salida en 2012. Y muchas de ellas las están pasando canutas para hacer lo propio en 2013.
Y sin embargo, te sigues encontrando con las viejas costumbres. Donde los pilotos o sus managers siguen pidiendo migajas a las empresas (más peladas aún que ellos), en lugar de comenzar a ofrecerles sinergias. Como por ejemplo dar charlas a sus empleados. U organizar un entrenamiento conjunto. O ser su imagen en ferias internacionales. O incluso prestarse a publirreportajes en algunos medios.
Quizá por eso gente del nivel de Héctor Faubel, Sergio Gadea o Toni Elías están hoy día sin equipo. Posiblemente por ello en el equipo Avintia de MotoGP hayan ido subiendo o bajando pilotos durante la temporada. Por no hablar de los cambios en HRT en función del mercado (indio o chino) que les interesara cubrir en ese momento.
Aun así, la mayoría se queja de que no hay dinero y de que es muy difícil acceder a nuevos sponsors. Y, mientras tanto, en lugar de diferenciarse del resto (si no puedes hacerlo a nivel deportivo, hazlo a nivel de imagen) caen una y otra vez en la misma trampa. La que les lleva a ingresar menos dinero cada año. Y que, con el tiempo, les aparta de un mundo donde el que no paga, no corre.