Podría parecer lo contrario, pero uno de los avances que llevaron a Nico Terol a ser campeón del mundo fue su capacidad para dominar su mente. El alcoyano, habitualmente inseguro por haber tenido que superar unos malos inicios en el certamen, sólo creció cuando aprendió a superar la presión.
Cabe recordar que en sus comienzos en Derbi raro era el Gran Premio en el conseguía entrar en los puntos. Tanto es así, que en su segunda temporada llegó a plantearse dejar el mundo de la moto. Los apoyos no llegaban, los resultados tampoco y el futuro no era demasiado halagüeño.
En ese momento entraron en liza dos figuras clave para analizar el Nico campeón que fue posteriormente: el entrenador de pilotos Rafa Olcina y, algo más tarde. Jorge Martínez Aspar. Ellos supieron ver más allá de lo que parecía evidente y apostaron por un chico que en absoluto pintaba para grandes logros.
El primero consiguió canalizar un físico portentoso hacia una mejora sobre la moto. Nico, nacido y crecido entre montañas, tiene una capacidad aeróbica superior a la media de sus competidores, lo que unido a una mejora de su técnica y sobre todo a un trabajo de convencimiento mental le llevó primero a los puntos. Luego, a pelear de tú a tú nada menos que con Marc Márquez. Y, por último, a pasar a la historia como el último campeón de 125 centímetros cúbicos.
El segundo, en vista de su mejoría, le dio una moto oficial pero sobre todo le alejó de presiones. Terol nunca era el primer espada en el Team Aspar, lo que le permitió crecer sin agobios resultadistas y disponer del mejor material para solidificarse en la pista.
Ya sin Márquez como rival (y posiblemente siendo el más experimentado, el mejor acoplado a su moto y el único claro candidato a llevarse el Mundial) la historia acabó como conocemos. Pero 2012 comenzó como lo había hecho 2006. Con una moto nueva. En una categoría distinta. Y las dudas volvieron.
Hoy, tras los primeros entrenamientos oficiales de la temporada en Moto2, el levantino pasó por Cheste arrasando en tiempos y sensaciones. Y, en las entrevistas concedidas después de las sesiones, incidía mucho en una frase. ‘Este año me lo voy a tomar con más calma’.
Sus palabras son una evidencia de lo que puede llegar a ser, tanto en positivo como en negativo. Un piloto rápido y valiente pero sin el talento de los top. Y que, sin embargo, podría tener opciones de ser bicampeón del mundo algún día. Porque muchas cosas, por no decir todo, está en la mente.