Por fin. Al parecer, la productora MGM, máxima responsable de la saga del mejor agente secreto al servicio de Su Majestad, está ya en predisposición de ponerse manos a la obra para sacar adelante un nuevo episodio con Daniel Craig al frente del reparto. Todo gracias a la reciente reestructuración de la compañía.
Poco o nada se sabe de qué irá esta nueva entrega de la saga 007, pero sí que estará detrás de las cámaras Sam Mendes, todo un director de garantías. Uno de los puntos negativos de la última entrega fuela elección de su director, un realizador no salido del cine de los tiros y las persecuciones. Si bien Mendes no sale precisamente del mundillo de la acción pura y dura sí ha dirigido un título como ‘Camino a la perdición’ con Paul Newman, Tom Hanks y con, curiosamente, Daniel Craig con un papel un poco ‘chungo’. De malote, vamos. Del guión se va a encargar John Logan. Logan ya se encargó, junto a David Franzoni, de la historia de ‘Gladiator’, aunque no tuvo un final feliz. Russell Crowe obligó a Ridley Scott a despedirlo porque al actor neozelandés no le gustaba que su personaje solo fuera un general con sed de venganza. Se contrató a William Nicholson, que desde su casa en Inglaterra, reescribió alguna de las escenas. Logan también se ha encargado de guiones como los de ‘El último samurai’, ‘Un domingo cualquiera’ y una de las entregas de ‘Star Trek’ (‘Nemesis’). La elección de Logan para escribir la historia podría indicar que la productora buscará un cariz mucho más heroico si cabe que en las anteriores entregas y quién sabe si también el punto final a Daniel Craig como 007.
Y la otra noticia podría llegar en la música . Y es que no se sabe muy bien si han sido los productores o la propia cantante la que ha iniciado los contactos. Pero el caso es que suena con fuerza el nombre de Lady Gaga para componer la mítica canción de entrada a la película. La elección de uno de los iconos musicales del momento sería todo un acierto sin duda. Y todo después de que Madonna hiciese de las suyas en ‘Muere otro día’. Sin ánimo de polémica, claro.