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“ARLINGTON ROAD”, by Mark Pellington
Cuando Antena 3 estrenó “Arlington Road” en televisión pareció una emisión sin más de una película sin más. Pero la cosa, en realidad, tenía su miga. Su mayor y quizás único defecto sea su ridículo subtítulo con el que apareció en España: “Temerás a tu vecino”. Puede que incluso este subtítulo (adjudicado quizás con toda la buena intención) dilapidase todas las posibilidades para que la peli de Pellington alcanzara un éxito mayor en España.
“Arlington Road” se estrenó en TV en septiembre de 2001 y no fue por casualidad. No hacía ni dos semanas que dos aviones fueron estrellados contra el World Trade Center en el mayor atentado terrorista de la historia. Y “Arlington Road” habla de terrorismo, no nos engañemos.
La película arranca con una vertiginosa secuencia en la que un niño aparece con las manos ensangrentadas. El niño está corriendo por una calle, desorientado, medio ido. Había estado jugando con unos petardos en compañía de otros niños. Una metáfora cruel de lo que luego ocurrirá más tarde.
“Arlington Road” es una de las películas más atrevidas a la hora de hablar de terrorismo. Pellington juega con el espectador y le lleva hasta dónde el quiere, haciéndole creer lo que él quiere hasta un final tan sorprendente como estremecedor.
El compositor Marco Beltrami compuso una partitura irritante y sobrecogedora para cargar de oscuridad y mal rollo al filme. La fotografía también ayuda a crear de un ambiente extraño a la película, peculiarmente inquietante.
Y no nos olvidemos de los estupendos Tim Robbins y del siempre efectivo Jeff Bridges que aquí borda un papelón.
En definitiva, un filme para tener en casa y ver varias veces.