Algunas veces tengo la inmensa suerte de que los comensales foráneos vengan con tesoros de sus regiones, en este caso dos suizos terriblemente encantadores me regalaron el queso que veis en la imagen. Nada más verlo pensé que se trataba de un parmesano, de hecho parece un parmesano y sabe a parmesano. Pero la verdad […]