Mi amigo César Gil tiene una plantación de plátanos en La Palma, la Isla Bonita. La Palma tiene una orografía peculiar, que pasa de menos de 100 metros de altitud a 2.000. Esto provoca una vegetación espectacular, propiciada también por los microclimas que acoge. Allí se consiguen unos plátanos deliciosos.
Hace poco me mandó una piña de plátanos unos de 80 kilos, que maduramos en el MercaBilbao, en una cámara de maduración de Salma Olmos, de Frutas Txiki. Allí los tuvimos tres días a 15 grados.
Los plátanos palmeros son unos plátanos impresionantes, blandos y tersos a la vez, con buen sabor y dulzura y resultan ideales tanto para consumir directamente como para elaborar pasteles, dulces o postres con ellos.
Estos en concreto estaban buenísimos y, como eran tantos, todo el equipo de Etxanobe se puso morado a plátanos. Os dejo una foto para que podáis verlos.