Hay muchas variedades de pimientos. A estos les llaman pimientos cristal o de cristal. Resultan exquisitos para comer, pero tienen una carne fina y delgada y un alto porcentaje de piel, por lo que se rompen mucho cuando se asan y pelan, lo que obliga a embotarlos en tiras. Pueden desecarse al igual que los pimientos choriceros y emplearse para elaborar salsas. Son deliciosos y se utilizan en incontables recetas, pero son poco rentables. Su escaso rendimiento comercial hace que cada vez se cultiven menos.