Uno de los alimentos japoneses más populares son los fideos. Los hay de muchas variedades. Pero los más apreciados son quizá los ‘soba’, elaborados con trigo sarraceno o alforfón, cuyo porcentaje determina que su color oscile entre el marrón claro y el gris. Se cocinan con agua y sal, obteniendo una masa que se enrolla y corta en tiras con un machete especial. En verano se toma el ‘mori-soba’, fideos escurridos y fríos servidos en un recipiente poco profundo y sazonados con wasabi. En invierno, se consume más el ‘kake-soba’ que se toma en un tazón grande con un caldo caliente y acompañados de tofu, carnes y vegetales. Son deliciosos, nutritivos y baratos, y forman parte de la ‘comida rápida’ japonesa.