Ésta es una pregunta que me formulan mucho cuando me hacen entrevistas, tengo que reconocer que siempre tengo un recuerdo un poco nebuloso, sobre si fue un arroz que hice a los 11 años o un tarta que ayudé a preparar a mi abuela, lo que sí tengo claro es que cuando empeze a cocinar en la escuela de hostelería, los primeros ensayos fueron fascinantes y determinantes, para mí, ver como una salsa mítica, como la crema pastelera me salía bien, me parecía algo mágico. En ese ir forjando los pequeños éxitos, que son como ladrillos de autoestima que van construyendo tu pequeño repetorio y tu pequeña mina de confianza, que te permite lanzarte a ofrecer a los demás tu conocimiento y sensibilidad-porque cocinar es ofrecer parte de tu sensibilidad a los seres próximos-. Es en ese momento inicial donde tu propia seguridad reforzada por la impresión causada, te hace seguir y ser cociner@, significa ni más ni menos que cocinar. Hay miles de cociner@s anónimos y no profesionales que son auténticos fenómenos, son personas que han encontrado en el cocinar una manera de crecer como personas y de manifestar su sensibilidad creativa. A todos ellos mi admiración porque gracias a ellos la vida es más agradable, si todavía no eres uno de ellos inténtalo, verás que fácil es y que mundo de posibildades se abrirán en tu vida. Luego me comentas tu primera experiencia ¡suerte y enhorabuena!