Estos días se ha vuelto a abrir la investigación del trágico incendio que asoló el hotel Corona de Aragón el 12 de julio de 1979. Ese día el hotel estaba repleto de militares y familiares que iban a asistir a la entrega de despachos de la XXXVI promoción de la Academia General Militar. Además, estaban alojadas Carmen Polo -viuda de Franco- su hija, su yerno y dos nietas-. Se cree que murieron entre 75 y 80 personas pero nunca se ha sabido con certeza las causas del desastre. Al parecer, ETA y el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota) reivindicaron el hecho como un acto terrorista pero nunca se han sabido las causas exactas y en 1981 se cerró el proceso penal.
Valdano no llegó a pasar allí la noche aunque Zaragoza fue el lugar donde incubó una hepatitis que le retiraría de un deporte que ni los accidentes de helicóptero le han hecho olvidar.
Ese 12 de julio, Jorge Valdano -jugador del Alavés- debería haber pasado la noche en el hotel Corona de Aragón pero por desavenencias con la directiva del Alavés, retrasó su viaje hasta la mañana siguiente con la intención de firmar por el Zaragoza.
La peor parte fue para su compañero José Ramón Badiola -también fichado por el Zaragoza- que sí durmió en el hotel. Era el fichaje estrella del Zaragoza esa temporada. Valdano era un perfecto desconocido y llegaba al equipo maño de relleno.
Badiola huyó del incendio saltando por la ventana lo que le provocó graves lesiones en las piernas. Nunca volvió a jugar un partido oficial y aún arrastra las secuelas de aquella horrorosa mañana en Zaragoza.
La hepatitis
Valdano salvó aquel match point por su vida aunque también salvaría el segundo que le tenía reservado el destino. El 4 de marzo de 1987 cerraría su carrera como jugador en Belgrado. El Real Madrid caía 4-2 ante el Estrella Roja pero la hepatitis venció definitivamente al argentino como futbolísta.
La enfermedad entró en su organismo en su etapa como jugador del Zaragoza. Una hepatitis B aguda se conviritió en crónica y el tratamiento al que fue sometido consumió al jugador.
En una entrevista al diario ‘AS’, Valdano explica en qué consistía ese tratamiento. “Era muy agresivo y consistía en administrarme cada tres días unas inyecciones que a las cuatro horas me producían unos efectos terribles: sudores, temblores, fiebre, náuseas… Me iba a casa, me metía en la cama y pasaba el trago como podía. Al día siguiente me iba a la Ciudad Deportiva, apretaba los dientes y entrenaba como si no pasase nada. Pero sí pasaba…”
Con 31 años y un duro proceso de recuperación, Ramón Mendoza decidió renovarle por una temporada, un momento muy valorado por el propio Valdano que le unió al Real Madrid para toda la vida. Aunque siempre ha dicho que, “mi virus ganó un Mundial, dos Ligas, dos Copas de la UEFA…”.
El helicóptero
La tercera oportunidad que tuvo Jorge Valdano de luchar por su vida fue en marzo de 2006. El helicóptero en el que viajaba se desplomó sobre una calle de Ciudad de México. El argentino se encontraba en el país promoviendo escuelas infantiles de fútbol aunque ya había terminado una de tantas relaciones como director deportivo del Real Madrid. El helicóptero tocó suelo con cinco ocupantes en su interior y el accidente se saldó con varias fracturas costales y un neumotórax que tuvo a Valdano ingresado más de quince días y con una larga rehabilitación por delante.
El 30 de junio de 2011 el destino fue más fuerte que Valdano. Después de un incendio, una hepatitis B y un accidente de helicóptero, Mourinho entró en su vida. El técnico portugués no permitió que la forma de ser del argentino se pusiera entre él, el club y su tercera Champions.
El luso nunca entendió que Valdano no cerrase filas en sus quejas arbitrales y le criticase por dejar delanteros en el banquillo. Nunca se sabrán las dos versiones de los hechos pero tuvo que ser muy duro para Florentino Pérez deshacerse de su mano derecha en el Real Madrid.
Autor: @chemarubio10
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