Desde este mes y como novedad, en los documentos oficiales que se elaboren desde el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad cada vez que haya una mujer muerta por violencia machista se va a dar a conocer el número de hijos que ésta deja, los que quedan tras la muerte de la madre y el suicidio del padre agresor y los que son asesinados.
Por tanto, tras el primer caso de crimen machista de 2013, cometido en Benaguasil (Valencia), el pasado 3 de enero, Sanidad ya cuenta a los dos hijos que ha dejado la mujer asesinada. El objetivo es dar a conocer a la sociedad los casos de niños que mueren junto a sus madres o quedan desamparados cada vez que se da un caso de violencia de género.
Según los datos de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, en 2012 fallecieron seis niños a causa de este tipo de violencia, cuatro de ellos a manos de su padre biológico y dos por acción de las nuevas parejas de la madre. Según la presidenta de esta organización, Ana María del Campo, “cinco madres no pudieron evitar la muerte de sus hijos porque, de haberlo comunicado al Juzgado, podría dejarlas sin custodia o régimen de visitas”.
“No sólo me parece bien que se incluyan a los menores, sino que me parece elemental”, indica Del Campo, pues, a su juicio, en los casos de víctimas de ETA no sólo se consideran ‘víctimas’ los asesinados, sino también sus familiares. “Lo mismo tiene que ocurrir con los menores de las mujeres que mueren a causa de la violencia de género”.
Por otra parte, también a partir de ahora Sanidad va a crear un registro con los posibles casos de mujeres heridas por violencia de género con el fin de mostrar que detrás de cada víctima mortal hay muchas mujeres padeciendo maltrato. Se trata de una estimación y no de datos estadísticos y todavía falta por determinar si se dará a conocer de forma mensual o trimestral.
Este registro se elaborará a partir de los partes de lesiones elaborados por los médicos de atención primaria, en base a unos criterios comunes en todas las autonomías, y en los que haga constar que se trata de un posible caso de violencia de género, pero no sólo en el diagnóstico primario, sino también en uno secundario.
Los partes se trasladarán a las respectivas consejerías de Sanidad y Servicios Sociales autonómicas y éstas los enviarán a la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, que mantendrá la confidencialidad sobre la identidad de las víctimas de maltrato.
(Fuente: Europa Press)