Quizá les diga poco el nombre de Paollina, Paulina en castellano. El apellido ayudará más. Paollina Bonaparte, hermana de Napoleón, acaba de ser proclamada en Italia la nueva miss del Arte en un concurso de ‘belleza eterna’ organizado por la Fundación Marilena Ferrari. La escultura de esta mujer de principios del siglo XIX recostada sobre una cama y semidesnuda, con el pelo recogido, la mirada perdida y una manzana en la mano ha sido elegida entre otras 120 obras de arte italianas creadas antes del siglo XIX.
Confieso que desconocía la existencia de Paulina Bonaparte Borghese, sin duda porque la sombra de su hermano, a pesar de su estatura, es muy pero que muy alargada. Bella e incorformista, a tenor de lo que dicen las crónicas, posó desnuda con 25 años ante el escultor Antono Canova, que la inmortalizó en mármol como una Venus de rasgos perfectos.
Esta mujer nación en Ajaccio, Córcega, y fue la sexta hija de los Bonaparte, a la que siguieron siete hermanos más. A los 15 años se enamoró de un hombre de 40, pero éste no era del agrado de su madre, Leticia, y enseguida fue descartado como futuro yerno. En represaliae, Paulia comenzó a flirtear y mantener relaciones sexuales con la mayoría de los componentes del gobierno de su hermano Napoleón. Más que una venganza, para ella era un simple juego.
Paulina era muy guapa. Se dice que su capacidad de seducción era tal que los hombres se rendían como borregos a sus pies y complacían cualquier capricho de la joven, por aventurado o excéntrico que éste fuera. Hasta que el 14 de junio de 1794, después de múltiples y variopintos líos de cama y asesorada por su hermano, contrajo matrimonio con el general del emperador, Charles Victor Emmanuel Leclerc.
De este matrimonio nacerá su único hijo, Dernida Luis Napoleón, que murió con dos años. Poco después su marido enfermó de fiebre amarilla y murió.
Ocho meses después contrajo nupcias con el hombre más rico de Italia, el príncipe Camilo Borghese. En esta ocasión, Napoleón le escribió una carta en la que decía a su hermana: “Ama a tu marido, haz que tu hogar sea feliz y, sobre todo, no seas frívola o caprichosa. Tienes 24 años y deberías comportarte de forma madura y sensata”. Esta carta fue algo así como una premonición de lo que ocurriría después.
Pero Paulina no sólo fue infiel a su segundo marido, sino que terminó abandonándolo porque, al parecer, no saciaba en absoluto las necesidades amatorias y carnales de su mujer. Paulina escribió: “Preferiría haber seguido siendo la viuda de Lecrerc, con unos ingresos de tan sólo 20.000 francos, que estar casada con un eunuco”.
Separada de su príncipe, en 1806 dio con la horma de su zapato. El elegido era un pintor llamado Louis Philipp Auguste Forbin, que pronto se alistó en el Ejército. En Niza conoció a un músico llamado Blangini y en 1810 le tocó el turno al jefe del estado mayor de Napoleón y al actor François Talma.
Paulina Bonaparte tuvo una salud enfermiza, lo que no le impidió disfrutar de una vida llena de lujos y amantes. En 1825 falleció de cáncer de útero a los 44 años. Murió ataviada con sus mejores galas y pidió ser enterrada en el panteón familiar de los Borghese, entre papas.
Sobre la relación con su hermano podemos decir que fue nombrada por éste princesa de Guastalla. Discutió con él a raíz de su boda con María Luisa de Austria. No obstante, duranet los tiempos posteriores a la campaña de Rusia, Paulina fue uno de los miembros de la familia Bonaparte más leales a Napoleón. Durante su exilio en la isla de Elba, empeñó sus posesiones para ayudar a su hermano. Fue la única de sus hermanos que lo visitó.
En la Wikipedia hay colgada una opinión de Napoleón sobre su hermana que dice así: “Paulina, tal vez la mujer más hermosa de su tiempo, ha sido y será hasta el fin la mejor criatura viviente. Cuán dichoso era yo en contribuir a su felicidad. Era muy graciosa, y los artistas convinieron en hacer de ella una verdadera Venus de Medicis. Paulina era muy pródiga, bastante dejada. Debía ser excesivamente rica por todo lo que le había dado, pero ella lo daba todo a su turno y su madre la sermoneaba frecuentemente a este respecto, pronosticándole que podía morir en un hospital”.
Una mujer de lo más peculiar.
(Fuente: EFE)