El lunes se cumplieron 25 años de la muerte de Margarita Carmen Cansino. Ella era la hija de Eduardo Cansino, un bailarín natural de Castilleja de la Cuesta (Sevilla) que emigró a Estados Unidos. Nacida en Nueva York en 1918, desde pequeñita su padre le enseñó a bailar, y esa resultó ser su vocación y meta. En Internet circula alguna foto de ella vestida de sevillana, con castañuelas incluidas, aunque durante años renegó de sus orígenes españoles.

Con los años se convirtió en una adolescente preciosa con una clarísima vocación y pasión por el baile. Aquella joven hispana debutó como la bailarina Rita Cansino cuando tenía doce años en el grupo fundado por su padre ‘The Dancing Cansinos’, con el que se trasladó hasta Tijuana (México) para acercarse al floreciente mundo del séptimo arte.

Con 16 años hizo su primera aparición en pantalla extra en una película mexicana y logró atraer la atención de un ejecutivo de Fox, quien le abrió las puertas de las grandes producciones. Tras aparecer en 15 filmes (muchas de serie B) y lograr un contrato con Columbia Pictures, Rita decidió usar un diminutivo de su nombre y el apellido de su madre, irlandesa afincada en Nueva York.

Se deshizo de sus referentes latinos para dejar de ser exótica y poder acceder a papeles principales. Incorporó una ‘y’ en el apellido de su madre por motivos comerciales y se sometió a un cambio de aspecto. Se tiñó el pelo de rojo y recibió un tratamiento de electrólisis para hacer retroceder la línea de nacimiento de su pelo, próxima a sus cejas, y lograr una frente más despejada. Y para esta puesta a punto para Hollywood, donde sus curvas marcarían la pauta de la belleza durante la década de los cuarenta, se obligó a perder peso.

Llegaría a ser una artista de musical a la que le doblaban su voz en las canciones. Se ha dicho de ella que ha sido “la actriz más sensual de la historia de Hollywood” y recibió el apodo de ‘la diosa del amor’.

Ninguno de sus cinco matrimonios le duraría más de cinco años. Quizá tuvo mucho que ver que su padre la violaba de pequeña.

Con 50 años enfermó de Alzheimer y murió en 1987.

La hemos visto en unas cuantas películas. Esa niña es Rita Hayworth.

(En la fotografía, la actriz, en el año en que murió)