Las conocí hace seis años. Quería hacer un reportaje sobre ellas y acudí al centro penitenciario de mujeres de Alcalá Meco, en Madrid, un lugar con piscina y algunos árboles cuidados, pero rodeado de muros de cemento y alambradas y apartado de la civilización. El proyecto del grupo de Teatro Yeses, como siguen llamándose, aún sigue en pie. Entre bambalinas, ellas buscan su reconciliación con la sociedad. Dicen que han cometido errores, pero que ahora tienen la oportunidad de pagarlos.

Teatro Yeses es la única compañía del mundo formada por reclusas que tiene permiso para hacer giras y funciones fuera de la prisión. La mayor parte del elenco lo forman chicas que cumplen pena por delitos contra la propiedad o por narcotráfico. Arrastran problemas familiares y proceden de barrios deprimidos. Han llevado su vida al límite por circunstancias difíciles y carecen de capacidad de planificación. No les interesa reflexionar. O al menos, hasta que entran en el grupo de teatro. Entonces, casi todas rondaban la treintena y algunas procedían de otros países.

Eran susceptibles, desconfiadas. Pero la interpretación las transforma. Se olvidan de sus canallas circunstancias durante unas horas. Elena Cánovas, la directora del grupo, me contaba que “hacemos teatro libre. Eso hay que decirlo desde aquí dentro”. Hace dos años, escribió un libro de 160 páginas y tapa blanda titulado ‘Elena Cánovas y Las Yeses. Teatro Yeses. Teatro carcelario, teatro liberador’, que cuesta unos nueve euros la edición de bolsillo). Por algo bromeaba diciendo que la que cumplía condena era ella, que llevaba “metida en el proyecto más de veinte años”.

Al principio, las presas sólo actuaban en centros penitenciarios. Viajaban esposadas y en furgones blindados, escoltadas por un séquito policial inquebrantable. Desde que recorren España para actuar, se corta el tráfico en las calles colindantes al teatro donde les corresponde actuar. A los mismos policías que las acompañan se les ve ayudarles a hacer los cambios de escena y aplaudirles emocionados al final de cada función. Ellas encaran cada viaje como el regreso a la normalidad perdida. De tanto en cuanto, actores profesionales se unen al grupo. Antonio Resines, Paco Valladares, Pepe Vau, Loles León, Juan Y Medio… Comenzaron con sainetes y enseguida pasaron a representar textos de Lorca, Ionesco… Cumplida la condena, muchas de las chicas buscan seguir con la interpretación.

(La foto muestra una actuación de las integrantes de Teatro Yeses y es de EFE )