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Eduardo Angulo Pinedo

Cine, literatura y medio ambiente

Disruptores endocrinos

Hay contaminantes, que se encuentran en el agua, sea dulce o salada, capaces de interferir en nuestro sistema hormonal. Son moléculas que, de una u otra manera, se parecen a nuestras hormonas y, por tanto, pueden actuar sobre los mismos objetivos en el organismo. Además, en algunos casos pueden bloquear la producción de hormonas e inhibir o activar el sistema endocrino. Causan efectos dañinos en el crecimiento, la conducta, la reproducción y algunas de las funciones del sistema inmune. Son los llamados disruptores endocrinos que perjudican la salud de los organismos, actúan sobre su descendencia y llegan a alterar poblaciones enteras.

La mayor fuente de disruptores endocrinos, no podía ser de otra manera, somos, por supuesto, nosotros. Por ejemplo, están los xenoestrógenos, es decir, compuestos que se parecen a los estrógenos y los mimetizan. Entre ellos hay algunos pesticidas, los alkilfenoles que provienen de algunos detergentes, algunos plásticos con muchos y variados usos como los ftalatos o el bisfenol A, o los bifenilos policlorados (PCBs) utilizados en instalaciones eléctricas. Según nos cuentan Eunate Puy y su grupo, de la Universidad del País Vasco en Leioa, los efectos de los disruptores endocrinos en peces, tanto en pruebas de laboratorio como en el campo, incluyen la inducción de la hormona femenina vitelogenina, que actúa en la formación de los óvulos, en individuos inmaduros y en machos, el desarrollo anormal de los gametos tanto óvulos como espermatozoides, y alteraciones de la concentración de las hormonas esteroides sexuales.

En el trabajo de Eunate Puy, se determina la presencia, en el estuario de Urdaibai, de disruptores endocrinos en los sedimentos, es decir, en el medio, y sus efectos sobre una especie de muble, el Chelon labrosus. Para ello estudia, tanto en sedimentos como en los peces, la concentración de hormonas naturales y sintéticas, bisfenol A, órganoestaños (disruptores que proceden de la pintura que se utiliza en el casco de las embarcaciones deportivas), alkilfenoles y ftalatos. También estudian la gónada de los peces para determinar el desarrollo de los gametos, la cantidad de la hormona femenina vitelogenina, los receptores celulares de estrógeno (los receptores de membrana que se unen a algunas hormonas) y algunas enzimas relacionadas con el funcionamiento de las hormonas.

La presencia de estos compuestos en los sedimentos es muy baja, en muchos casos por debajo del límite de detección, excepto para alkilfenoles y ftalatos. Por tanto, la presencia en el medio, con los métodos de medida habituales es escasa pero, sin embargo, con el tiempo provocan cambios en los peces. Por ejemplo, hasta un 33% de los mubles tienen gónadas con gametos masculinos y femeninos, o sea, son hermafroditas pues sufren alteraciones sexuales. O tienen concentraciones altas de alkilfenoles en la bilis, pues excretan estos compuestos a través del hígado. También hay vitelogenina, recordad que es una hormona femenina, en machos, en juveniles en desarrollo y en los hermafroditas.

La conclusión es evidente: en los años 2007 y 2008, cuando se tomaron las muestras, los mubles de Urdaibai estaban expuestos a disruptores endocrinos que, a pesar de casi no detectarse en el medio, causaban síntomas en los peces que indicaban que su sistema endocrino estaba alterado.

 

*Puy-Azurmendi, E. y 14 colaboradores. 2013. Endocrine disruption in thicklip grey mullet (Chelon labrosus) from the Urdaibai Biosphere Reserve (Bay of Biscay,Southwestern Europe). Science of the Total Environment 443: 233-244.

 

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La percepción social del medio ambiente a partir del tratamiento que recibe en el cine y la literatura

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