Después de mucho debatir, de discusiones, polémicas, datos y estadística, parece que la mayoría de los expertos en el complicado asunto del cambio climático han alcanzado un consenso: existe el calentamiento global, están subiendo las temperaturas y subirán todavía más y, con menos acuerdo, la actividad humana tiene algo que ver con ello. Y, además, el cambio climático, instantáneo en lo geológico y demasiado rápido en lo biológico, es un riesgo para la biodiversidad. Todas las especies están obligadas a desplazarse para mantenerse dentro de una zona cuyo clima les permita sobrevivir y reproducirse. Y como dicen Michael Burrows y su grupo, del Instituto Marino Escocés de Argyll, uno de los mecanismos de las especies animales para adaptarse al cambio climático es el ajuste de su distribución geográfica, siempre hacia los polos, o cambiando las fechas de sus migraciones anuales según sube la temperatura.
Según estudios ya publicados, Burrows nos cuenta que las comunidades terrestres se mueven 6.1 kilómetros por década, las comunidades marinas de 1.4 a 28 kilómetros por década y, cuando se han estudiado conjuntamente, la velocidad media es de 16.1 kilómetros por década. En cuanto a las migraciones anuales, en primavera y en tierra el adelanto es de 2.3 a 2.8 días por década y en el mar es de 4.3 días por década. Como ven hay mucha variabilidad en las cifras quizá porque los patrones del cambio climático no son iguales según la geografía; es lógico en un sistema tan heterogéneo y dinámico como nuestro planeta.
Burrows y sus colegas han revisado los cambios, según datos de los últimos 50 años, en dos medidas del calentamiento global a las que se deben adaptar los seres vivos: la velocidad hacia el norte del movimiento de las isotermas, es decir, de las líneas sobre un mapa que siguen las zonas con la misma temperatura y, en segundo lugar, la variación de las temperaturas de cada estación del año.
Al contrario de lo previsible, ambas medidas se mueven a más velocidad en el mar que en tierra, a pesar de la mayor inercia en el cambio de temperaturas que tiene el agua (desde 1960, la temperatura en tierra ha subido 0.24ºC por década y en el mar 0.07ºC), aunque el movimiento de las isotermas es casi el mismo, con 27.5 kilómetros por década en el mar y 27.4 kilómetros por década en tierra… Y la geografía influye y así, por ejemplo, en Escocia el adelanto en las migraciones es de 5 días por década en la costa oeste y de nada en la costa este. O en la costa de California, donde las especies se mueven al revés, hacia el sur, pues el agua es cada vez más fría pues aflora de las profundidades del Océano Pacífico.
Esto nos hace sospechar que todos los datos que los cambios de la temperatura provocan en el movimiento de las especies, o sea, en la biogeografía, son más complejos y variables que un sencillo aumento en kilómetros hacia el polo o un adelanto en días en las migraciones.
Cuando los desplazamientos se analizan con detalle a partir de datos de especies concretas, vuelve a aparecer la variabilidad pues, como dicen I-Ching Chen y su grupo de la Universidad de York en Inglaterra, influyen los rasgos internos propios de cada especie y, también como varía el clima en cada hábitat concreto.
Chen y sus colegas meta-analizan estudios de desplazamientos de especies en Europa, Norteamérica y Chile, y también estudian los desplazamientos en altura en montañas, siempre hacia arriba según sube la temperatura, en Europa, Norteamérica, Malasia y la Isla Marion (entre Sudáfrica y la Antártida). En total tienen datos de 764 especies en movimiento hacia los polos y de 1367 especies ganando altura en las montañas.
La media hacia los polos se parece a la calculada por Burrows, unos 16.9 kilómetros por década. En altura, la media es de 11 metros por década. Sin embargo, aparece de nuevo la variabilidad, hacia los polos, los datos van de 14 a21 kilómetros por década, y en altura de 10.5 a 14 metros por década. Cada especie tiene sus características propias y vive en entornos concretos. Está claro que la respuesta al cambio climático no puede ser igual para todos los seres vivos.
*Burrows, M.T. y 18 colaboradores. 2011. The pace of shifting climate in marine and terrestrial ecosystems. Science 334: 652-655.
*Chen, I-C. y 4 colaboradores. Rapid range shifts of species associated with high levels of climate warning. Science 333: 1024-1026.