Esto ha declarado Eduardo López, analista jefe para el mercado del crudo de la Agencia Internacional de la Energía (IEA). Después de años de amenazas de escasez, de repente, en plena crisis, el petróleo se ha vuelto inagotable, o casi. Lo pueden leer en la breve noticia que El Correo publicó sobre este asunto el pasado 31 de enero.
“Hay petróleo para décadas”
Si hace apenas tres años, antes del estallido de la crisis económica internacional, la principal preocupación en el mundo de la energía era el fin de las existencias de petróleo, hoy en día este debate parece casi un sinsentido. Así, al menos, lo consideran en la Agencia Internacional de la Energía (IEA).
Su analista jefe para el mercado del crudo, Eduardo López, estima que aún «queda petróleo para varias décadas más; es cierto que hay un límite en esta materia prima, pero eso no quiere decir que se vaya a acabar». «De hecho -añade-, puede que acabe sobrando porque apenas haya demanda».
Esta afirmación, impensable hace no mucho, se debe al cambio tecnológico, acelerado con la crisis y más acusado en el sector del transporte, responsable de dos tercios del consumo mundial de crudo. «La edad de piedra no se acabó porque faltara piedra, sino porque apareció el bronce», argumenta Eduardo López, quien considera que los vehículos con motor eléctrico o hibrido serán «viables» y, más importante, «baratos», en 15 o 20 años.