Ya conocemos las enormes islas de plástico que giran y giran en los océanos, en especial, en el Pacífico Norte y el Atlántico Sur. Estos plásticos llegan al océano con el viento o en vertidos directos pero, también, desde tierra por los ríos que en el mar desembocan. En algunos estudios, pocos por cierto, la basura de plásticos tiene su origen en el río que allí desemboca más que venir desde el mar. Por ello, David Morritt y sus colegas, de la Universidad de Londres Royal Holloway, han estudiado la presencia de plásticos en el Támesis. Reconocen que se ve flotar la basura en el río y como llega al mar pero se preguntan si hay más plásticos en el fondo y pretenden cuantificarlos.
Colocan, entre septiembre y octubre de 2012, siete redes de las utilizadas para pescar anguilas (son como nuestros botrinos) para atrapar el plástico que baja por el Támesis, cerca del fondo y en el medio metro por encima. El tramo del Támesis donde echan las redes está, más o menos, a medio camino entre Londres y el mar. Las redes se inspeccionan y se recoge la basura capturada cada tres días lo que supone, en total, 29 muestreos. En total se recogen 8490 fragmentos de basura de plástico que se separan en 54 categorías que, a su vez, se reagrupan en 7 para facilitar en análisis de los datos.
La media de lo obtenido en las siete redes y en los 29 muestreos es del 25.3% de plásticos procedentes de envases de alimentos, el 23.64% de plásticos en general sin origen evidente, el 21.49% de origen sanitario incluyendo abundantes condones usados, el 18.99% de envases y cajas relacionadas con el tabaco, y por debajo del 5% quedan las bolsas de plástico y los utensilios de vajillas de plástico.
Está claro que el Támesis contribuye a la presencia de plásticos en el mar, y no solo con lo que vemos porque flota sino con mucho más que está en el fondo del río.
*Morritt, D. Y 4 colaboradores. 2014. Plastic in the Thames: A river runs through it. Marine Pollution Bulletin 78: 196-200.