Pronto volverá la polémica sobre el fracking, sobre esta técnica utilizada para extraer gas natural del suelo por medio de la inyección, a una presión muy alta, de agua en grandes cantidades y con diferentes aditivos y provocar la liberación del gas. En Estados Unidos, país pionero en la utilización de esta técnica, el fracking, y el gas así extraído, han cambiado la industria de la energía y han creado riqueza y puestos de trabajo. Sin embargo, los problemas ambientales provocados por el fracking también están de actualidad. Ya hemos hablado de algunos de ellos como, por ejemplo, la liberación de metano a la atmósfera o la contaminación con este gas de los pozos de agua potable, pero queda por estudiar en detalle uno de los más importantes: el uso de ingentes cantidades de agua y la consiguiente producción de agua contaminada. Brian Lutz y su grupo, de la Universidad Duke en Durham, han investigado estos flujos de agua en el Marcellus Shale, el área más grande de Estados Unidos para la extracción de gas natural por fracking.
Utilizan los datos de producción de gas y uso de agua, entre 2000 y 2010, de 2189 perforaciones aunque, a veces, por falta de interés de las industrias extractoras, no sean completos. Del total de agua que viene de las perforaciones, solo el 32.3% se considera contaminada y el resto es salmuera de las aguas subterráneas de la zona de extracción y que se considera que no contamina. Los autores y la bibliografía calculan que cada perforación debe utilizar en su vida útil entre 11.5 y 19 millones de litros de agua.
El agua contaminada producida con el fracking, según Lutz, ha aumentado un 570% desde 2004. Esta técnica genera seis veces más agua contaminada por perforación que la técnica convencional de extracción de gas, más o menos, unos 1683 millones de litros de agua o, dicho de otra manera, de cada pozo sale como agua contaminada entre el 8% y el 15% del total del agua utilizada.
Hay varias alternativas para el destino de esta agua contaminada: inyección en el suelo si la geología lo permite, depuración y reutilización, vertido, o inyección en un pozo donde se va a utilizar el fracking. En Marcellus Shale, aproximadamente el 86.3% se recicla por los ayuntamientos o por empresas privadas. Es un sistema que parece que funciona bien pues los trabajos de Sheila Olmstead y su grupo, de Recursos para el Futuro, en Washington DC, demuestran que, aguas debajo de las depuradoras, en ríos y arroyos aumenta la cantidad de agua pero no las partículas en suspensión o el cloro en el agua en más de un 10%.
*Lutz, B.D., A.N. Lewis & M.W. Doyle. 2013. Generation, transport, and disposal of wastewater associated with Marcellus Shale gas development. Water Resources Research 49: 647-656.
*Olmstead, S.M. y 4 colaboradores. 2013. Shale gas development impacts on surface water quality in Pennsylvania. Proceedings of the National Academy of Sciences USA DOI:10.1073/pnas.1213871110