Algaida Editores, Sevilla, 248 pp., 2011. Premio de Novela Ciudad de Badajoz.
Narra dos historias paralelas que se unen en la cárcel cuando el protagonista, un policía típico de novela negra, cínico, alcohólico y desarraigado, comparte celda con un anciano, algo misterioso, discreto e inteligente, que resulta ser el capitán Mangouras, el capitán del Prestige. Y, además, el policía, gallego de origen, nos cuenta quien era Manfred Gnadinger, el artista de Camelle, el escultor de la piedra y el mar, quizá la única víctima del hundimiento del Prestige.
Novela que nos acerca, con muy buena documentación y orden narrativo, a lo que nos figuramos fue el desastre que provocó el Prestige. Un texto muy recomendable.