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Eduardo Angulo Pinedo

Cine, literatura y medio ambiente

Medusas

Paós el verano pero queda el recuerdo de las plagas de medusas. Sol, buena temperatura y todos a la playa. Y, como todos los años, nos acompañan las medusas y sus dolorosas picaduras. De nuevo se convierten en noticia de primera página. Los bañistas se quejan, y muchos aseguran que, según lo que recuerdan, nunca ha habido tantas medusas. La causa es, como para muchas otras cosas, el calentamiento global. Es el aumento de la temperatura del agua de mar lo que favorece la reproducción de las medusas. Algo así han encontrado Priscilla Licandro y sus colegas, de la Fundación para las Ciencias del Océano Sir Alister Hardy de Plymouth, en Inglaterra, en la medusa Pelagia noctiluca, que se encuentra en las aguas cálidas del Atlántico y el Mediterráneo que rodean la Península Ibérica. Además, es una medusa con una picadura muy dolorosa.

Para detectar los cambios en la población de esta medusa, los autores han revisado las muestras de plancton recogidas entre 1958 y 2007 en el Atlántico, más otras procedentes del Mediterráneo occidental, todas ellas cercanas a las costas de la península. Los resultados de la revisión demuestran que la medusa ha aumentado en número y, también, en la cantidad de explosiones de población, que son las que ahuyentan a los bañistas y llegan a los medios, y, dentro de cada explosión, el número de ejemplares es también mayor. Son más numerosas desde 1998 y, para los autores, la causa principal es la pesca intensiva de peces de interés comercial que, a la vez, son depredadores de las medusas. Así, al haber menos depredadores, hay más presas, o sea, hay menos peces y, por tanto, hay más medusas. Además, los autores sugieren que también el calentamiento global y el aumento de la temperatura del mar intervienen en la explosión de la población.

Esta medusa, la Pelagia noctiluca, es una especie de aguas cálidas y quizá por ello el aumento de la temperatura del agua beneficie su reproducción. Por ello, como han hecho Lucas Brotz y su grupo, de la Universidad de la Columbia Británica en Vancouver, Canadá, es necesario extender el estudio de las poblaciones de medusas lo más posible en hábitats y especies.

Por tanto, inician una revisión de los datos sobre la abundancia de medusas en los 66 Grandes Ecosistemas Marinos descritos en todo el planeta. Para 45 de ellos hay datos fiables  sobre medusas desde 1950 hasta la actualidad. Las tendencias que encuentran las definen como creciente, estable o decreciente. En 28 de los 45 ecosistemas, la tendencia es creciente, o sea, en el 62% de los ecosistemas los datos indican que las poblaciones de medusas están aumentando desde 1950 hasta ahora.

Los datos revisados corresponden a ecosistemas que van de fríos a cálidos y a especies propias de aguas frías o cálidas. Hay de todo y, como ejemplo, nos puede servir que en el Golfo de Vizcaya, entre Bretaña y el norte de la Península Ibérica, la tendencia de las poblaciones de medusas es creciente; en Galicia y Portugal, las poblaciones se mantienen estables; y en la costa mediterránea, la tendencia es, de nuevo, creciente. En realidad, de los 63 ecosistemas revisados, solo en 3 las medusas disminuyen: en la corriente de Humboldt, en la costa de Sudamérica hacia el Pacífico; en la costa oeste de Groenlandia; y en la corriente de Oyashio, al norte del Japón. En los 60 ecosistemas restantes, las poblaciones de medusas o se mantienen estables o crecen.

Hasta ahora todo parece claro: hemos visto un estudio de una especie de medusa cuya población crece y una revisión a nivel planetario que da que una mayoría de las poblaciones de medusas crecen. Pero, poco después de publicarse el trabajo de Lucas Brotz, apareció otro estudio cuyas conclusiones son muy diferentes. Lo firman Richard Condon y su grupo del Laboratorio del Mar de la Isla Delfín, en Alabama, Estados Unidos.

Lo primero que detectan los autores es que, a partir de datos obtenidos en Google News, se encuentra que las medusas interesan mucho a los medios de comunicación. Las citas en Google News se multiplican por cinco entre las décadas 1981-1990 y la 2001-2010. Como ven, no está claro si las poblaciones de medes crecen pero es indiscutible que el interés social por las medusas sí lo hace, y además en cantidad. Ya ven, son más visibles que nunca.

Además, Condon y sus colaboradores están recopilando, desde 2010, todas las citas sobre medusas y similares que se han publicado en todo el mundo. Con ello están elaborando una base de datos (JEDI, Jellyfish Database Initiative) que les ha servido para llegar a las conclusiones de este artículo. Han revisado, como hacía Brotz, la tendencia de las poblaciones de medusas. La conclusión para Condon es evidente: la creencia en que las poblaciones de medusas están creciendo no tiene ninguna base científica. En su base de datos no hay tendencias a largo plazo que indiquen que las poblaciones de medusas estén aumentando. Se habla más de ellas, pero parece que no hay más medusas.

 

*Brotz, L. y 4 colaboradores. 2012. Increasing jellyfish populations: trends in Large Marine Ecosystems. Hydrobiologia DOI:10.1007/s10750-012-1039-7

*Condon, R.H. y 16 colaboradores. 2012. Questioning the rise of gelatinous zooplankton in the world’s oceans. BioScience 62: 160-169.

*Licandro, P. y 7 colaboradores. 2010. A blooming jellyfish in the northeast Atlantic and Mediterranean. Biology Letters doi:10.1098/rsbl.2010.0150

Temas

La percepción social del medio ambiente a partir del tratamiento que recibe en el cine y la literatura

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