La factoría de la Krane Chemical Corporation, fabricante de pesticidas, situada en el pequeño pueblo de Bowmore, en Mississippi, lleva años contaminando barrancos y arroyos con vertidos tóxicos. El acuífero que surte de agua potable al pueblo se contamina y la incidencia de los casos de cáncer se dispara. Un pequeño bufete de abogados, en representación de una mujer que ha perdido a su marido y a su hijo demanda a la empresa y gana. Llega el momento de la apelación al Tribunal Supremo del Estado. Los jueces de este tribunal se eligen por votación popular; todos los implicados saben que la relación entre progresistas y conservadores en el tribunal es de 5 a 4 y pronto va a haber elecciones. Mientras tanto, a kilómetros de distancia, Carl Trudeau, dueño de la mayoría de las acciones de la Krane Chemical, prepara sus planes para el futuro…
Otra novela de tema judicial de John Grisham (1955), abogado y especialista en bestsellers de tema legal. Siguiendo la estela de El informe Pelícano, publicada en 1992, en La apelación nos aclara la relación, típica del sistema judicial norteamericano, entre una sentencia judicial y la orientación política y personal de los jueces de los tribunales superiores a los que llegan las correspondientes apelaciones a las sentencias. En este caso, como en El informe Pelícano, la sentencia trata sobre un delito contra la salud de las personas y del medio ambiente. La base del argumento tiene un cierto parecido con el caso real que inspiró la película Erin Brokovich (2000), interpretada por Julia Roberts: un pequeño pueblo, una gran industria, vertidos clandestinos y cáncer. Sin embargo, Grisham, que conoce bien el sistema judicial, nos orienta con acierto por el laberinto legal que supone la lucha contra la contaminación en Estados Unidos. Y siempre en formato bestseller, lo que ayuda a leer el libro con facilidad y a entender lo que ocurre, sobre todo, fuera de la vista y del control de los ciudadanos. Un libro muy recomendable.
Y, por cierto, y quizá por lo bien que conoce Grisham el sistema legal y para evitar demandas, en este libro se inventa hasta los nombres de los productos contaminantes, tal como nos aclara al final del libro.