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Eduardo Angulo Pinedo

Cine, literatura y medio ambiente

Basura: Ginebra, Nápoles, Bilbao

En Ginebra necesitan basura, y debe ser basura fresca; más o menos, unas 300000 toneladas. Así nos lo cuenta Félix de Azúa en un estupendo artículo publicado el 10 de marzo en El País. La empresa Services Industriels de Genève (SIG), encargada del tratamiento de basuras de la ciudad de Ginebra, puso en marcha en 2002 una planta de incineración de basuras, con tres hornos y una capacidad de de funcionamiento de 350000 toneladas anuales. Pero nunca pasó de las 200000 toneladas porque los suizos reciclan como el que más. Los ginebrinos separan la basura en casa y queda poca para quemar. La solución más fácil sería cerrar alguno de los hornos y rebajar la capacidad de incineración de la planta pero, en ese caso tendrían que despedir a cincuenta trabajadores. Y cavilaron, ¿no sería mejor importar basura para incinerar? Claro está que debía ser basura fresca; salvan los puestos de trabajo y siguen produciendo electricidad que, seguramente, sus buenos francos suizos dará a la SIG. Pero, ¿quién está dispuesto a vender basura fresca? Sólo hay que leer la prensa, la solución está en Nápoles: la Campania produce unas 250000 toneladas anuales de basura y no saben que hacer con ella; los vertederos legales, si es que existe alguno, están llenos, y los ilegales ocupan todo el espacio disponible que no se dedica a otros asuntos más rentables para la Camorra. Pues entonces cargamos en tren de 40 a 90000 toneladas anuales de basura (fresca) y las llevamos hasta la frontera suiza y de allí, en camiones hasta Ginebra. Y a incinerar.
¿Y Nápoles? Allí, la basura se entierra; la que sea y donde sea. En 20 años, la basura napolitana ha incinerado a ocho comisarios especiales encargados de resolver el problema de la basura. Pero el problema no es la basura, es la Camorra. Se hace cargo de cualquier porquería que le quieran vender; si el tratamiento adecuado de un kilo de basura cuesta entre 21 y 62 céntimos, la Camorra lo hace por 10 céntimos. Pero, ¿cómo consigue este milagro económico? Pues es sencillo, la entierra en cualquier sitio. Y no sólo la basura napolitana, cualquier basura de cualquier parte; toda Italia pero sobre todo el civilizado norte, lleva décadas vendiendo basura a la Camorra. Ya lo dijo hace más de 20 años el mafioso arrepentido Nunzio Perrella: La munnezza è oro (La basura es oro). Nadie se enteró, o quiso enterarse, de que ni siquiera era una metáfora, era literal.
¿Y Bilbao? ¿Qué tiene que ver Bilbao con todo este asunto? Pues Bilbao también tiene incineradora, más modesta que la de Ginebra, sólo con un horno y una respetable capacidad anual de 230000 toneladas. Como el año 2006 quemó más de 216000 toneladas, la instalación, llamada Zabalgarbi, está, si no lo ha hecho ya, alcanzando su máximo. Por ello, los accionistas, unos públicos (el 43%) como la Diputación Foral de Bizkaia o el Ente Vasco de la Energía, y otros privados (el 57%) entre los que está SENER, FCC o la BBK, han decidido montar otro horno, algo menor, con una capacidad de 100000 toneladas anuales. En el Ayuntamiento de Bilbao gobiernan en coalición el PNV y EB (Ezker Batua o, en su versión española, Izquierda Unida) y este último partido se opone a la incineradora y, en consecuencia, toda la basura de Bilbao va al vertedero o se recicla pero no se incinera. Este segundo horno quedaría, en principio, cubierto por la basura de Bilbao. Es curioso que la basura de Bilbao se tire a un vertedero situado en el municipio de Bilbao y no se incinere en una incineradora que también está en el municipio de Bilbao y, por tanto, con licencia de funcionamiento concedida por el mismo ayuntamiento que no la quiere utilizar. En fin, salgamos de estos cenagales políticos y volvamos a lo nuestro, a la basura.
Además, en la misma zona donde se ubican el vertedero y la incineradora se va a construir próximamente una planta de compostaje para recuperar la basura orgánica. El reciclaje aumenta y el incremento en la producción de basura disminuye; no quisiera parecer presuntuoso si aseguro que no pasará mucho tiempo antes de que los bilbaínos sean tan recicladores como los ginebrinos. Si es así, y algún responsable político ya lo ha insinuado, tendremos que importar basura, fresca por supuesto. Ya importamos chatarra para la factoría ACB (Acería Compacta de Bizakaia), productora de acero. Pues también basura, y más fácil que Ginebra, ya que podría venir de Nápoles en barco. No quiero ni pensar el olor y los bichos que también importaremos pero, es evidente que, si la Camorra ha demostrado que “la basura es oro”, ¿por qué no aprovecharnos de ello? ¿Acaso no es Bilbao el modelo de la ciudad de servicios del siglo XXI?

*Azúa, F. de. 2008. Ginebra: se compra basura. El País 10 marzo.
*Dean, M. 2008. Nápoles, donde la basura es oro. La Jornada 7 enero.
*Diputación Foral de Bizkaia. 2008. Bizkaia se posiciona a la cabeza de la gestión de residuos urbanos a nivel europeo. Medio Ambiente: Actualidad. 3 marzo.
*Goikoetxea, A. 2007. Zabalgarbi busca las basuras de Bilbao. Gara 27 marzo
*Goikoetxea, A. 2008. Zabalgarbi alcanza su capacidad máxima y abrirá otra línea pra 2012. Gara 4 marzo.
*Saviano, R. 2008. Emergencia en Italia. El País 24 febrero.

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La percepción social del medio ambiente a partir del tratamiento que recibe en el cine y la literatura

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