1955, Francia, 86 minutos. Título original: Le monde du silence. Dirección y Guión: Jacques Cousteau y Louis Malle. Fotografía: Edmon Sechan. Música: Yves Baudrier. Intérpretes: Jacques Cousteau, Fréderic Dumas, Albert Falco. Palma de Oro del Festival de Cannes de 1956. Oscar al Mejor Documental en 1957.
Es una de las primeras películas que muestra imágenes del mundo submarino. Al inicio del film, una voz en off dice A cincuenta metros de la superficie, unos hombres ruedan una película. Provistos de escafandras autónomas de aire comprimido, están liberados de peso. Evolucionan libremente. Era el sueño de Jacques Cousteau: alcanzar la libertad en el mar.
Es en el Calypso, un dragaminas reconvertido en barco de exploración submarino, en el que Cousteau y su grupo viajan por el Mediterráneo, el Mar Rojo y el Océano Índico y, a partir de 1951, ruedan cientos de horas de película. Son 25000 metros que quedan reducidos a 86 minutos en la versión para el público. En la actualidad, algunas de las escenas chocan con las buenas prácticas que se suponen en el buen cine de divulgación de la naturaleza: uso de dinamita, matanza de tiburones, daños y arponamiento de ballenas,… Pero la película es anterior a la protección de las especies y al movimiento ecologista. Como ejemplo, se puede resaltar que el libro del mismo título, anterior en varios años a la película, no se menciona la contaminación del mar ni la desaparición de especies, excepto una cita a la extinción de la foca monje en el Mediterráneo a causa de su cacería, iniciada en el siglo XVII, para comercializar su piel.
Jacques-Yves Cousteau (1910-1997) fue el líder de la exploración submarina, el inventor junto al ingeniero Emile Gagnan de la escafandra autónoma y un magnífico divulgador y relaciones públicas que popularizó las imágenes del fondo del mar en todo el mundo. En 1936 diseñó un modelo de gafas submarinas y la visión del fondo del mar le subyugó de tal manera que dedicó el resto de su vida a su estudio y divulgación. Fue en Bandol, un pueblecito de la Costa Azul, donde ensayó por primera vez la escafandra autónoma que había diseñado con Gagnan. Entonces era oficial de la marina francesa y consiguió, con otros militares y personal civil, mejorar su invento y desarrollar la fotografía y la cinematografía submarina. En la década de los cuarenta, con la colaboración de Frederic Dumas, y todavía en guerra, filmó su primera película submarina; se tituló Por 18 metros de fondo. Su estreno fue privado, en el París ocupado y ante un auditorio de generales alemanes.
Después de la guerra, en 1950 y con la ayuda económica del millonario Leonel Guinness, adquirió un antiguo dragaminas reconvertido en ferry y lo transformó en barco oceanográfico. Fue el Calypso, el barco mítico que le llevó a explorar los mares de medio mundo.
En 1957 fue nombrado director del Museo Oceanográfico de Mónaco y, a partir de entonces, no cesó de recibir honores y agradecimientos de todo tipo de instituciones a nivel mundial. Y fue en 1960, con ocasión del vertido al mar de residuos radiactivos de la Comunidad Europea de la Energía Atómica, cuando tomó conciencia del problema que suponía la contaminación marina y comenzó a promover acciones para evitarla.
El compañero de Cousteau en la dirección y el guión de El mundo del silencio, Louis Malle, que en la época del rodaje tenía 23 años, fue después uno de los directores de más prestigio del cine francés. Filmó 26 películas entre El mundo del silencio, que fue la primera, y 1994. Fue nominado tres veces a los Oscars y recibió numerosos premios en festivales de cine y galas anuales.
*Cousteau, J.-Y. & F. Dumas. El mundo del silencio. Selecciones del Reader’s Digest. Madrid. 1957.
*Martí, O. 1997. Cousteau entra en el mundo del silencio. El País, 26 junio.
*Rasso, M. 2005. Réquiem por el mito: Calypso. Escafandra, enero, 4 pp. http://www.mar-ivysub.com/Calipso.htm