Los americanos son diferentes. A veces uno piensa que son como los europeos, pero con coches más grandes y unas costumbres un tanto bárbaras. Pero no lo son. La cultura y el carácter americano son consecuencia de una serie de circunstancias ambientales, geográficas e históricas, entre las cuales se encuentra la conquista del Oeste. Este libro, aunque está dentro de una colección de novelas de viajes, en realidad es más bien un documental sobre la historia de una serie de familias que se asentaron a finales del siglo XIX en las llanuras del Estado de Montana. Esa zona comenzó su desarrollo a consecuencia de la llegada del ferrocarril: la compañía anunciaba, en panfletos que se distribuían por Estados Unidos y Europa, a Montana como una tierra de promisión, y concedía de forma gratuita terrenos de 320 acres (media sección) a quien lo solicitara. Hasta entonces, aquella zona aparecía en los mapas como el Gran Desierto Americano, pero la necesidad de clientes de las compañías de ferrocarriles les hizo lanzar esa agresiva campaña de publicidad que llevó a miles de emigrantes a las badlands, las malas tierras, de Montana.
Vivir de aquellos terrenos regalados en una zona semiárida como lo era Montana, era una historia diferente, y el hecho de que cada familia se asentara en el centro de su concesión, a kilómetros del vecino más cercano, y sin más núcleo de población de referencia que la parada del ferrocarril más cercana, hizo que se conformara el carácter del granjero y ganadero del oeste americano de una forma muy particular. Para empezar, el hecho de que el gobierno y el ferrocarril los engañara con respecto a las posibilidades de la tierra que les regalaban, los hizo desconfiar de los federales. Además, los ciclos periódicos de sequía, entre los que destaca el que coincidió con la Gran Depresión en los años treinta, y las durísimas temperaturas invernales hicieron que mucha gente emigrara más hacia el oeste todavía, hacia el estado de Washington y hacia toda la costa oeste de Estados Unidos.
Es un libro con un cierto hilo narrativo, que no es el del viaje del autor, sino el de las familias que se asentaron en Montana y cuya vida en parte imagina y en parte reconstruye, y las descripciones de los paisajes, de las gentes, de los diferentes pueblos de Montana y su nueva versión del sueño americano, como el del pueblo de Ismay, que decidió cambiar su nombre por Joe (por Joe Montana, un jugador de fútbol americano) para ver si atraían al turismo y salían en televisión.
Es un libro de viajes que, a la vez que nos lleva por el paisaje de Montana, nos hace pensar en cómo la geografía, el medio ambiente en suma, condiciona la historia, y viceversa.
*Jonathan Raban. Mala tierra. Viaje por los yermos de Montana. Ed. Península. Barcelona. 336 pp. 2001.
*Atalaya: Desde la tela de araña: http://atalaya.blogalia.com/historias/36713
*Tom Cahill. Bad Land: An American Romance, Jonathan Raban. Book Review. http://www.bootsnall.com/reviews/feb02raban.shtml
*Ron Hogan. Jonathan Raban. Shipwreck on the High Plains. http://www.beatrice.com/interviews/raban