…

Mientras que en el Caribe Sur frente a Venezuela, se despliega una fuerza aeronaval de magnitud y características jamás vistas en el continente americano, el narco tirano Nicolás Maduro mueve las últimas piezas que le quedan a su desvencijado tablero.

Los supervisores de toda esta vaina que montó hace casi siete décadas el hoy destartalado y miserable régimen criminal de La Habana, tratan de sostener a como de lugar (les va en ello su existencia) a su adelantado discípulo, hoy en fase terminal.

De este tejemaneje paranoide Castro cubano va el asunto de hoy.

A lo largo de todas las crisis por las que ha atravesado Venezuela en las últimas décadas, los comunistas cubanos han jugado un papel fundamental en el sostenimiento de la estructura criminal del llamado Socialismo del Siglo XXI impidiendo su colapso, para lo que han utilizado toda clase de artimañas.

La espantosa, secular y hereditaria tiranía cubana ha brindado apoyo al narco régimen Chavista-Madurista durante todo ese tiempo, no solo en el lavado de dinero producto de la corrupción generalizada, saqueo nacional continuado, producción y tráfico de drogas, sino también en la reestructuración de las fuerzas armadas bolivarianas y los servicios de inteligencia para transformarlos en organismos de vigilancia y terror con el solo propósito de evitar al caída del régimen.

Siempre se ha dicho, que la inteligencia cubana ha estado usando las llamadas misiones de ayuda “humanitaria” como instrumento de penetración ideológica y latrocinio económico en todas las instancias del país, ello con la complacencia de Chávez primero y Maduro después. Es decir, robar y dejar que los libertarios camaradas de fatigas revolucionarias, hagan lo mismo que han hecho y hacen ellos.

Ahora, la presencia cubana está en todas partes, está en las bases de datos económicos, en la distribución y control del Documento Nacional de Identidad, en los puertos y aeropuertos, en los principales organismos del sector militar, donde disponen de poder decisorio en estratégicas de primer nivel, en las importaciones de bienes y servicios etc.etc. Es tal la penetración, que la isla de Cuba está conectada directamente con un cable submarino por donde se transmiten y reciben todas las fechorías.

El supuesto asesoramiento militar y de inteligencia cubanos terminó convirtiendo esos organismos que alguna vez estuvieron en manos venezolanas, en un servicio de espionaje al estamento militar nacional, que incluye al alto mando, donde infunden y difunden el miedo paranoico, la detención y desaparición de toda disidencia.

Los cubanos manejan su central de inteligencia con tecnología de interceptación que les permite vigilar llamadas y conversaciones, sobre todo de militares para detectar potenciales conspiraciones, es una copia calcada de los sistemas que empleó años atrás la KGB soviética y la STASI alemana del muro de la vergüenza.

Los cubanos disponen de oficinas en todos los ministerios y en organismos de altísima importancia como el Ministerio de Relaciones Exteriores, la petrolera nacional PDVSA, la Dirección General de contra inteligencia militar, el comando estratégico operacional de las fuerzas armadas, el servicio de migración y relaciones internacionales y pare Ud. de contar.

Sin duda, debido al papel crucial que juegan en el sostenimiento de la narco dictadura, estos personajes deben ser considerados objetivos de EEUU de la misma manera que el resto de represores del régimen, ya que juegan un rol fundamental en la estructura del sátrapa Maduro.

Las tareas de estos forajidos no solo consisten en lo dicho arriba, según declaraciones de víctimas que hoy están en el exilio, los cubanos han participado directamente en la construcción e implantación de lugares y métodos de tortura de opositores.

Se dice (cosa que no creo) que estos sanguinarios que penetraron las más altas esferas del régimen maldito del Siglo XXI, están dispuestos a tomar las armas si ven que EEUU pone en verdadero peligro su estatus actual en Venezuela.

Los cubanos tienen ya experiencia de lo que significa enfrentarse a una fuerza norteamericana. Ocurrió en 1983, cuando el presidente Ronald Reagan ordenó la ocupación de la isla de Granada, cuando descubrió que Fidel Castro intentaba apoderarse de ella, con el visto bueno de un gobierno títere marxista que había llegado al poder mediante un golpe de Estado con apoyo cubano. En aquella ocasión, las fuerzas se Castro, con todo el armamento ruso que tenían a su disposición, se rindieron a las primeras de cambio, dejando en el campo tirados 125 cadáveres que los gringos se ocuparon de enterrar.

Por más que Cuba ha declarado que no participará en un conflicto en que le toque combatir a las fuerzas norteamericanas en Venezuela, La Habana está ya de hecho jugando un papel activo en el conflicto, asesorando al cartel de los soles, no solo en el negocio del narcotráfico y el robo generalizado, sino en el sostenimiento de una estructura de sufrimiento y desolación para todos los venezolanos de bien.

Una participación activa y abierta de Cuba en la sobrevivencia del narcorrégimen de Maduro podría ser la justificación perfecta para una etapa que le siga al despliegue militar de ahora, cuyo objetivo, puede y debería ser la liberación de Cuba de esa dictadura que se ha hecho eterna.

Esto que he escrito hoy, forma parte de algo que conozco y me consta, es lo que también saben algunos, pero se cuidan mucho de admitirlo. Callan como muertos y no se dan cuenta de que sus valores morales, su ciudadanía de bien, su condición democrática y su verdadero patriotismo, realmente lo están.

Así como me decía un viejo amigo (cubanito por cierto) cuando quería enfatizar los atropellos del régimen que esclavizaba su país: y no hay más na…

Continuará…

Cantaclaro

…