…
Mientras la atención del mundo se centra en Ucrania y Gaza, otro crimen monstruoso se ha cometido en Rusia.
En la novela “Crónica de una muerte anunciada”, Gabriel García Márquez sorprendió a sus lectores con un relato literario que mezclaba elementos de periodismo, novela policial y realismo mágico.
Por el contrario, el reciente asesinato del líder opositor ruso, Alexei Navalny, no ha sorprendido a nadie. Vladímir Vladímirovich Putin, nuevo zar de “todas las rusias” ha actuado en absoluta consecuencia con lo que es: un redomado criminal, que ha repetido el mismo libreto, es decir, ha eliminado a otro de sus oponentes destacados, con lo que la suma ya va por 12 y lo que te rondaré morena.
Un detalle significativo de este hombrecito acomplejado del Kremlin, es que trata a todo hijo de vecino como subnormal que traga toda la porquería que echa, incapaz de discernir entre un redomado totalitario y un demócrata.
En la Rusia de hoy, no hay espacio para la disidencia, en ese país, Vladímir Vladímirovich Putin, reprime (asesina) a cualquier ser humano, cuya conducta contradiga las ideas del reencarnado Iván IV, el terrible.
Cantaclaro