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Lo dijo Joseph Goebbels hace casi 80 años:
…”Si dices una mentira suficientemente grande y la sigues repitiendo, la gente eventualmente llegará a creerla”…
La mayoría de nosotros creemos que después de leer la prensa o ver los telediarios, estamos suficientemente informados tanto del acontecer doméstico como internacional. Sin embargo, la realidad dista mucho de ser la imagen ofrecida por ellos.
Ejemplos de lo anterior los vemos a diario tanto en los medios informativos de afinidades rusas en particular, como ocasionalmente, en los que suponemos imparciales en general.
Lo que se ha dicho y repetido hasta el hartazgo por la TV y prensa de Rusia sobre la invasión y guerra de Ucrania son mentiras sobre mentiras.
…”No es guerra es una operación especial”…
…”Estamos defendiendo la libertad y la democracia”…
…”Protegemos a nuestros compatriotas del Donbás”…
…”Hay que desnazificar Ucrania”…
…”Recuperaremos nuestro territorio robado”…
…”Ucrania no existe es una ficción de país”…
…“Es una movilización parcial de apenas 300.000 unidades”…
…”Hay que garantizar la defensa del pueblo y la integridad territorial de Rusia”…
…”La OTAN considera el uso de armas de destrucción masiva contra Rusia”…
En todo caso, es cuestión de guardar las risas en el cajón de los desastres posibles y más si tenemos en cuenta la proximidad del crudo invierno que amenaza, con el consiguiente temor y descontento que ello supone.
No faltarán me temo, los que desde este lado del frente, culpen a Ucrania y su guerra de todos los males que aquejan al mundo. Encontrarán buenos argumentos para proponer cortar el apoyo económico y militar (hasta ahora limitados) y pedirán a sus gobiernos que se ofrezcan disculpas por las sanciones aplicadas al honorable Putin.
Todo lo anterior a cambio de gas y petróleo baratitos, refrendando el acuerdo salvador con una patada en el culo a la tan cacareada reconversión ecológica.
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He incluido en la presente entrada un par de fotos que bien podrían ser publicadas en los medios del nuevo Imperio de los hijos de put..in rusos.
Una da cuenta de la chatarra que Ucrania importa gratuitamente de Rusia. Se trata de viejo material obsoleto destinado a las acerías locales.
La otra es una imagen en tiempo real, donde se aprecia la gran afluencia de movilizados parciales que acuden a sus centros de Inscripción.
Guarde sus risas en el cajón…
Cantaclaro
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