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Esta película no es de las que ves una vez y luego la olvidas. Esta película no la olvidarás fácilmente. Te atrapará durante las primeras escenas y no te soltará posiblemente nunca. Es uno de esos raros productos cinematográficos que aparecen y se involucran en tu vida. Es una de las pocas joyas del cine que han salido en las últimas décadas de mucha basura desechable.

Mayoritariamente, el cine de hoy en día es (por decirlo suavemente) simple, repetitivo y sin significado alguno, que se olvida 2 horas después de verlo. Pero hay películas que te llegan y transmiten un mensaje. Esas películas son excepcionales y una de ellas es The Cider House Rules (Las reglas de la casa de la sidra) que definitivamente pertenece a este selecto grupo cinematográfico.

Trata en esencia, sobre un niño de hospicio que formado, instruido y finalmente adulto, sigue los dictados de su corazón y decide salir a conocer mundo. Un par de años después, más sabio y más experimentado, encuentra su verdadera vocación, solo para descubrir que siempre estuvo ahí, frente a él, todo el tiempo.

Expone magistralmente un tema tan complejo y trágico como el aborto de manera inteligente, a pesar de la extrema dificultad que ello conlleva, así como las vidas de los residentes en un orfelinato, donde los niños acogidos tal vez te roben el corazón como solo ellos pueden hacerlo.

La fotografía está llena de imágenes tan hermosas de Nueva Inglaterra EEUU, que impresionan de forma absolutamente grandiosa. La banda sonora es otra de las joyas presentes, cuya culpable es una gran Rachel Portman que lo borda.

Los actores, Tobey Maguire, que no conocía y pensé que podría ser un gran intérprete y lo es, y un inmenso Michael Caín, que ciertamente merecía el Óscar por su gran actuación. Ambos acompañados de intérpretes secundarios, que en ocasiones hasta les hacen sombra a los protagonistas principales.

Aquí no hay grandes efectos especiales, ni espectaculares acciones, ni explosiva grandiosidad supuestamente innovadora, solo encontrarás que no es poco, una película bellamente realizada sobre la vida, el amor y la condición humana.

Esta es una historia reflexiva y bien contada, aun así, no es una película para todos, es dura y no precisamente de sencilla aceptación. Es una conmovedora incursión a las profundidades de las emociones y una muestra de lo que es la naturaleza del ser humano.

Esta “vieja” película que traigo hoy, tocará tu corazón si está abierto, y con un poco de suerte despertará sentimientos sobre muchas de las dificultades elecciones y decisiones que hemos enfrentado en nuestras vidas.

Cantaclaro