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El mirador del indiano

Crónica de un fraude anunciado

Está muy claro que cualquier fuerza política que acepte ir a una elección sin garantías democráticas es instrumento esencial del eventual fraude y demuestra que no tiene reflejos para proteger los derechos de la gente, en este caso, el voto.

Luís Almagro Lemes

Secretario General Organización Estados Americanos (OEA)

La única seguridad que tiene el que participa en una elección sin garantías, es que la va a perder.

Andrés Pastrana Arango

Ex-Presidente de Colombia

No se me ocurre un título mejor para la presente nota que el dado por García Márquez a su afamada novela. Es que en la Venezuela en que todo es posible, al menos en política, no queda ya nada por inventar todo está más que sabido y anunciado.

Las últimas elecciones venezolanas para gobernadores no tenían nada que ver con democracia y menos con la “calidad” de la misma.

Por una parte, el régimen castro-madurista hacía un intento desesperado por apaciguar de alguna manera la presión internacional (colosal exigencia mundial con amenaza de incalculables sanciones) sobre su imagen dictatorial y en consecuencia recuperar ciertos espacios perdidos.

Por la otra, la oposición (MUD) tras largos meses de desgaste por la brutal represión y muertes en las calles, después del acoso y literal anulación del legítimo Parlamento, trataba de rescatar (sin lograrlo) la credibilidad en su unidad y en las posibilidades de cambio que el país entero pedía y pide con desesperación. (1*)

Ambos adversarios sabían de antemano que estas elecciones “forzadas” no iban a tener en la práctica un impacto significativo en la correlación de fuerzas, ni sacarían al país del albañal en el que está.

Y una vez más el dictador Maduro se abrió camino a codazos entre muchos de sus cofrades, que como en anteriores sufragios, hubieran preferido reconocer unos resultados electorales “más realistas” que el adefesio intragable proclamado. 

De ganar la MUD como estaba más que cantado, el gobierno siempre hubiera contado con la posibilidad de “maquillar” la derrota con el consabido escamoteo masivo de votos, pero sin llegar a niveles imposibles de creer y absolutamente ridículos como los que el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha validado.

En todo caso, el eventual triunfo opositor, hubiera sido automáticamente neutralizado a través de la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y el putrefacto Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ambos meros instrumentos del dictador.

Pero como una cosa es lo que piensa el burro y otra el que lo monta, el docto presidente obrero (el burro) previo viaje de “trabajo” a la castro-isla de la felicidad donde están (el G2) los que lo montan, decidió que la victoria tendría que ser épica, superior incluso a las mayores obtenidas, nada menos, que por el eterno difunto en sus mejores días. (2*)

Resumiendo

Un gobierno que ha dilapidado las riquezas de la Nación en proyectos faraónicos que nadie ha visto. Que ha saqueado cualquier organismo de la administración pública en que ha participado. Que ha corrompido todo lo que ha tocado (y lo ha tocado todo) incluyendo a las fuerzas policiales y militares.

Un gobierno que le debe a cada santo una vela y en consecuencia hipotecado el país por varias generaciones. En el que según lo publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) la inflación pasará del 1.200 % este 2017 y la estimada para el 2018  será del 4.700% como mínimo.

Un gobierno al que solo con nombrarlo, cualquier hijo de vecino del planeta mínimamente informado y decente, le larga sapos y culebras señalándolo como narco-forajido.

Un gobierno que si no te mata de hambre, lo hace por la falta de medicinas y si no, a golpe de escopetazo por el pecho con lata de “gas del bueno”.

Un gobierno a quien le importa un “carajo” el estado de terror permanente de la población ante la certeza de ser secuestrado, atracado o directamente asesinado por la delincuencia común, policial o militar.

Un gobierno de quien se han escrito ríos de tinta de verdades como templos que describen al detalle las “bondades del proceso”…proceso de descomposición general del país, donde todo, absolutamente todo está destruido.

Sí, ha ganado, perdón, ha “arrasado” en otras elecciones “pulcras y transparentes” que insultan hasta la inteligencia de las piedras y dejan al célebre Joseph Goebbels como inocente niño de teta.

Esta trágica situación que tantas veces he descrito seguirá creciendo hasta el colapso político-económico-social total del régimen, que en la práctica ya se encuentra en default, o hasta que una intervención internacional, fuerce el fin del increíble drama que vive Venezuela.

Cantaclaro

(1*) El pasado marzo publicaba en este espacio una nota con el título “El uno por el otro y la casa sin”…. que terminaba con este par de párrafos:

.En ese batiburrillo de partidos, intereses y querencias que componen la MUD, hay personas (las más) de intachable integridad e indiscutible valía, que conocen los problemas y tienen el coraje de decirlo. Hay otros, como los anteriores, que sabiendo lo que ocurre callan porque tienen miedo de manifestarlo públicamente. Pero hay además otros (esto pasa hasta en las mejores familias) que mantienen las apariencias, pero se han alineado ya definitivamente con el gobierno buscando algún acomodo dentro del pillaje. Estos últimos son los que siguen apoyando el fulano diálogo, sabiendo que solo beneficia a los caciques y sus tribus asociadas, habida cuenta de que son caimanes del mismo charco.

Los dirigentes decentes de la MUD, que aún creen y luchan por sacar a Maduro de la presidencia, deben entender que tienen el enemigo en casa y que en la práctica están infiltrados por falsos opositores pagados por el gobierno, de ahí que es imperativo hacer antes que nada, una buena limpieza de esos “acomodaticios trepadores” que siempre ha habido y habrá… hasta que el mundo se acabe….

En los párrafos que cito, digo lo que en mi opinión debería haber hecho y no hizo la oposición MUD. No señalaba quién o quiénes son los “enemigos en casa” pero como conozco al “pájaro por su cagada” sé de varios “opositores” que como el zamuro, o cagan al entrar o cagan al salir, pero de que cagan, cagan….y así lo han hecho.

Pero si alguien o algo hay que señalar a la hora de explicar los decepcionantes, por no decir risibles resultados (ofrecían ganar de 18 a 23 gobernaciones y “curiosamente” hoy no tienen ninguna), es el “enanismo político” de varios supuestos dirigentes de la MUD. Son raquíticos pigmeos morales, modernos Judas que no valen ni las treinta monedas. Es fustrante, indignante y trágico ver cómo estos autoproclamados “dirigentes de oposición” no son otra cosa que fieles creyentes y practicantes a tiempo completo del muy criollo culto al: ¿cuánto hay pa eso?.

Bajo ningún concepto se debió permitir que las ambiciones personales de los habituales trepadores advenedizos, la de los típicos tránsfugas al servicio del mejor postor y la de los “clásicos e identificados” mercaderes de la política, llevaran al fracaso las batallas de todos aquellos que entregaron lo mejor de sí, dando al traste con las esperanzas de todo un país.

Hay una frase de Bolívar pronunciada hace casi doscientos años en las riberas del Orinoco, que tiene mucho que ver con el hoy venezolano: “moral y luces son nuestras primeras necesidades”.

Esa reflexión es en la actualidad incluso más necesaria que hace dos siglos. La moral pública y también la privada están en un nivel de tal precariedad, que de seguir por ese camino, pronto Venezuela dejará de ser una Nación para convertirse en una aglomeración de gente cuya única meta será salvarse como sea del inexorable caos.

(2*) La “victoria” de Maduro no es precisamente producto del éxito de un estadista eficiente con un carisma arrollador, que atrajo a los electores y los condujo por caminos de ensoñación insospechados. Fue el resultado de otra vasta operación fraudulenta (construida como siempre en la gran factoría castro-cubana de triquiñuelas) que coaccionó y humilló a la inmensa mayoría del país, incluyendo su propio partido.

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Sobre Venezuela en estos infaustos tiempos de supuesta revolución...

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