Contra lo que se cree, no hace falta viajar al trópico para encontrar espectaculares orquídeas. En la Cornisa cantábrica son abundantes y apenas se diferencian de las tropicales en el tamaño, pero no en belleza. Su abanico de colores abarca desde el rosa pálido, pasando por el blanco, violeta, violeta azulado hasta el pardo rojizo o ambarino. Las hay monocromas y de varios colores. Aunque no todas están en la lista de especies protegidas, es decir que merecen una especial atención, es recomendable no cortarlas o arrancarlas con raíces.
En nuestros paseos montañeros es fácil encontrar bonitos ejemplares en cualquier zona de nuestra geografía. Crecen en todos los lugares, en el campo, en zonas rurales, en los pastos, humedales y en el lindero de los bosques. Destacan por altura y colores en medio del verde primaveral. En verano se agostan y desaparecen hasta la siguiente estación.
Una de las más comunes, que destaca por su belleza y su pecularidad, es la ‘Dactylorhiza elata’. Dicen que la más interesante es la ‘Spirantes aestivalis’, protegida en toda Europa y en el País Vasco, propia de ciénagas y ambientes pantanosos. En la Comunidad Autónoma es posible encontrarla en los humedales de Lakua (Álava).
En las Baleares son más escasas. Hay 60 variantes silvestres pero están dispersas y protegidas, hasta el punto de paralizar obras. Como informaba La Vanguardia (15 junio 2008), la construcción de un campo de golf en la finca de Son Bosc, un área protegida que limita con el parque natural de s’Albufera de Alcúdia, puede quedar definitivamente en suspenso debido a la presencia de la ‘orquídea de prado’ (no especifica su nombre latino).
Medi Ambient del Gobierno balear se plantea la posibilidad de llevar los ‘green’ a otra parte si se localizan suficiente número de orquídeas.
Orquídea quiere decir ‘testículo’. Quizá por esta razón en Turquía las comen. Aseguran que proporcionan vigor sexual. Los cuerpos especiales del ejército español las incluyen en el listado de plantas, en este caso tubérculos, que se pueden comer en un momento de apuro. Un amigo, que estuvo en este cuerpo, me contaba en en unas maniobras en las lagunas de Ruidera las consumieron grandes cantidades. Me decía que tienen un sabor similar al del rábano.
La foto de estas dos orquídeas esta tomada por mi compañero de aventuras Javier Muñoz hace un mes, en Valdegovía. Destacaban en un rellano herboso a 870 metros de altitud (aprox).
Los interesados en ampliar sus conocimientos sobre orquídeas tienen a su disposición (creo que aún se puede encontrar en las librerías) la monografía ‘Orquídeas de Bizkaia’, de Amador Prieto Fernández. Ed. BBK, año 2000.