Ni cumbre secundaria ni ochomil menor. Lo que Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza han hollado hoy es un OCHOMIL con mayúsculas: El Broad Peak Central (8.013 m.). No se puede entender de otra forma si atendemos a los detalles de la ascensión: trece horas de esfuerzo para un desnivel de poco más de 650 metros (lo que suele durar la jornada de cumbre en un ochomil principal exigente, en los que se suele salvar ese día decisivo un desnivel algo mayor).
Trece horas de pelea con las dificultades técnicas, la nieve muy profunda que han encontrado y el peligro latente que la ascensión escondía a cada pioletazo de los alpinistas. Por algo esta mal llamada cima secundaria del Broad Peak sólo había sido escalada por 14 alpinistas en toda su historia, tres de los cuales, pertenecientes a la cordada de cinco polacos que lo hollaron por primera vez en 1975, fallecieron durante un dramático descenso. De paso, consiguen la primera vía nueva a un ochomil para el alpinismo vasco. También es el decimosexto para Iñurrategi, el noveno para Vallejo y el tercero para Zabalza.
A las 18.15, hora pakistaní (tres horas menos en España), Alberto llamaba al Campamento Base para anunciar que habían hecho cumbre sobre las 16.00. Habían salido a las 3 de la madrugada del collado (7.350 metros) entre las cumbres central y norte. Y desde allí todo ha sido un vía crucis: nieve muy profunda y mucho peligro a lo largo de toda la ruta.
Tras el extenuante trabajo realizado, el trío desciende muy cansado y ha tomado la decisión de no quedarse en el collado entre las cumbres central y principal (7.800 m.) y descender por lo menos hasta los 7.000 metros para recuperarse mejor. “Por encima de los 7.300 se nota mucho la altitud”, contó Zabalza hace unos días “El aire está enrarecido, en cada respiración se absorbe muy poco oxígeno y el cuerpo no rinde. Cada paso cansa mucho más que en condiciones normales, el cuerpo sufre mucho y se desgasta rápido”.
A las siete de la tarde, hora de Pakistán, los integrantes de la expedición Naturgas Broad Peak 2010 aún seguían perdiendo altura mientras el sol se ocultaba ya en el Karakorum. El último tramo hasta alcanzar los 7.000 metros lo iban a realizar a la luz de la frontal. Y pese a todas la vicisitudes, no perdían el humor: “A ver si encontramos una plaza para dormir allí” ha dicho Iñurrategi antes de que se cortara la última conversación mantenida con el campo base. La mejor muestra de que, pese a la paliza que se han dado, su ánimo sigue bien alto.
El cansancio acumulado y todo lo que han descendido dejan en el aire el objetivo inicial previsto para mañana de ascender al Broar Peak principal, una decisión que no tomarán hasta que se hidraten bien, descansen y comprueben su estado físico tras el gran esfuerzo de hoy.
A estas tres cumbres en la cima central hay que añadir las que han conseguido en el Broad principal Josu Bereziatua y José Carlos Tamayo, que forman parte del equipo de apoyo del BAT Basque Team. Mikel Vallejo, hermano de Juan Vallejo, no ha podido pasar de la antecima.