Hola a tod@s. De nuevo. Una mala caída paseando por Gorbeia las pasada navidades me ha tenido fuera de circulación una temporada (gracias a mi compañero Iñigo por cargar en solitario con el peso del blog estos tres meses), pero la recuperación del tendón del cuadriceps de mi pierna derecha camina a buen paso. Así que aquí me tenéis de nuevo para contaros esas pequeñas y grandes noticias que ofrece el mundo de la montaña.
Y empiezo con un nuevo proyecto del ‘Dream Team’ del alpinismo vasco: Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza partieron el lunes hacia Nepal. Su objetivo es nada menos que el Pilar Oeste del Makalu, una de las leyendas del ochomilismo. Una vía tan bella como exigente. Prueba de ello es que solamente 14 alpinistas han conseguido llegar a cima a través de esta ruta desde su apertura en 1971 por un equipo francés. Pero no se conforman con ascenderlo. Lo intentarán en estilo alpino. Si lo logran serán los primeros. Un nuevo paso en la trayectoria de actividades de dificultad en un estilo ético que Alberto Iñurrategi se marcó desde la conclusión del proyecto de los 14 ochomiles en 2002. Una opción lógica tras la invernal al Cho Oyu (2003), la ascensión al G-III (2004), el intento al Ogro (2005), el intento en alpino de la cara Norte del Everest (2006) y la ascensión al G-IV (2008).
El Pilar Oeste del Makalu es un reto al alcance de unos pocos. Y hacerlo en estilo alpino queda reservado a unos elegidos. Las posibilidades no son muchas. Y ellos lo saben. “El compromiso es grande, pero ahí precisamente radica el interés del reto”, explicaba Alberto poco antes de partir hacia Katmandu. ¿Y por qué el Pilar Oeste y en alpino? “El estilo es una decisión lógica dentro de la evolución tanto personal como del himalayismo actual. Intentar a estas alturas una ascensión en estilo clásico no encajaría en la línea de comromiso quehemos marcado en los últimos años”, detalla Iñurrategi. “En cuanto a la elección del Pilar Oeste, se trata de una de las grandes vías del Himalaya. Aúna belleza y dificultad. Juan estuvo allí en 2002, llegó hasta los 7.200 metros y cree que se puede hacer en estilo alpino”.
Mikel Zabalza tampoco ocultó hace unos días al Diario de Navarra ni la ilusión del proyecto ni las dificultades que entraña. El navarro, que ha recibido referencias Carles Vallés (uno de los dos españoles que ha subido el Pilar Oeste (1991) y que le aseguró “que fue lo más difícil que había hecho en su vida”. Su compañero de cordada, Manu Badiola, falleció en el descenso), no esconde lo complicado del reto. “Es una vía que nunca antes ha sido escalada en ese estilo. Ahí está el desafío. Es un reto muy difícil, pero acudimos con muchas ganas y el deseo de disfrutar al máximo. Sí que pienso que va a ser mucho más duro que lo que fue el GIV. El monte es más alto y la dificultad técnica es mayor, sobre todo el muro Seigneur. Se trata de un muro completamente vertical de una dificultad 5+/A2, algo que ya en una escalada invernal resulta complicado así que a una altura de 7.800 metros… seguro que es un paso que nos va a exprimir”, explicaba.
A mediados de abril estarán ya instalados en el campo base. A partir de ese momento, su plan de aclimatación incluye una primera fase con la ascensión al cercano Baruntse (7.129 m.) y una segunda con la ascensión al Makalu por su vía normal hasta los 7.500 metros. Si todo marcha según lo previsto, a mediados de mayo deberían estar a punto para enfrentarse al Pilar Oeste.
El Makalu -en tibetano, Maha Kala, que significa «El gran negro»- está situado entre China y Nepal, a sólo 22 kilómetros del Everest y, con 8.463 metros, es la quinta montaña más alta del planeta. Tras fallidos intentos de neozelandeses, franceses y norteamericanos, un equipo galo liderado por Jean Couzy y Lionel Terray, alcanzó en 1955 la cumbre por vez primera.