Las fortísimas nevadas que en este otoño sorprendente no nos abandonan han cubierto de blanco toda la geografía española y de manera especial los Pirineos, donde los espesores son escandalosos. Ayer había en Astún 170 centímetros de nieve en polvo en lo alto de las pistas y continuaba cayendo. El problema está en los accesos y la visibilidad, algo que no arredra a los esquiadores.
Tras un año de penurias, 2008, parece que el 2009 el cambio climático nos va a dar un respiro.
Foto. Aparcamiento de la Estación de ASTÚN