El alpinista de Azpeitia Guillermo Garatxana Hernández, de 28 años murió el pasado martes al mediodía (13.00 h) en el complicado ‘Couloir de Goûter’, concretamente en el tramo conocido como la ‘voie royale’, en el Mont-Blanc (Francia), tras precipitarse unos 500 metros por la fuerte pendiente de nieve helada, según información del pelotón de la Gendarmería de Alta Montaña de Chamonix (Alpes).
El jefe del peloton de la gendarmerie de haute montagne (PGHM) de Chamonix contaba que recibió numerosas llamadas simultáneas de móviles informando de una caída en el couloir (pasillo) de Goûter. Un helicóptero trasladó un apatrulla hasta el lugar. Allí, sobre las rocas de este couloir de siniestra reputación, los gendarmes localizaron inmediatamente el cuerpo de Garatxana. “Nos limitamos a constatar el fallecimiento del alpinista, que había caído unos 500 metros antes de estrellarse contra la pedrera”, explicó un gendarme.
El alpinista marchaba desencordado y en solitario, y no junto a otros dos compañeros, cuando se produjo el resbalón y la posterior caída. Estaban cerca del refugio del Goûter, a 3.817 metros de altura. En esta peligrosa zona se producen numerosos accidentes.
Las causas que provocaron la muerte del alpinista azpeitiarra Guillermo Garatxana Hernández siguen sin ser aclaradas en todos sus extremos, ya que no hubo testigos del suceso. Su único compañero de ascensión era Roberto, un montañero de Barbadillo de Herreros (Burgos), que descendía delante de él a una distancia considerable, tanto que no se percató del accidente.
Los dos montañeros salieron de viaje el viernes por la noche. El domingo tenían la intención de subir en teleférico hasta cerca del efugio para aclimatarse durante día y medio. El martes martes por la mañana anduvieron por la montaña y por la tarde iniciaron el descenso hacia el refugio de Goûter. Fue en ese trayecto cuando ocurrió el trágico suceso. El compañero del guipuzcoano, que caminaba muy por delante de éste, no se percató del incidente. Es más, sólo se enteró cuando ya se encontraba en el refugio, cuando los gerndarmes le enseñaron la mochila de Garatxana.
Fue entonces cuando el montañero burgalés informó de la trágica noticia a los padres del azpeitiarra, que se trasladaron inmediatamente a Chamonix.
El comandante del Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña de Chamonix no pudo precisar si la caída se debió a un «fallo técnico», a un descuido, a que no se hubiera colocado los grampones o sencillamente, al impacto de una piedra, algo muy frecuente en este tramo del Mont-Blanc.
Fotografía del refugio de Goûter